Las autoridades federales de Estados
Unidos desbarataron un plan de dos grupos neonazis para asesinar al
candidato presidencial demócrata, Barack Obama, confirmaron a Efe
fuentes oficiales.
El plan, según consta en documentos judiciales dados a conocer
hoy por la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF),
también incluía el asesinato de 102 niños de raza negra en el estado
de Mississippi.
"Así es. Está confirmado", dijo un portavoz de esa oficina del
Departamento del Tesoro, al ser consultado sobre la existencia de un
plan para matar al candidato presidencial negro y el arresto de dos
miembros de esos grupos.
Según la cadena de televisión CNN, los dos hombres fueron
detenidos el miércoles de la semana pasada.
El portavoz declinó ofrecer otros detalles y dijo que se darían a
conocer a medida que se profundice la investigación. Tampoco dio a
conocer la identidad de los arrestados.
Según las fuentes, dos miembros de los grupos neonazis conocidos
como "cabezas rapadas" proyectaban atacar una escuela secundaria
predominantemente negra y robar una tienda de armas de fuego en el
estado de Tennessee.
Un portavoz citado por medios locales de información dijo en
Nashville, Tennessee, que dos hombres planeaban asesinar a 88
afroamericanos y decapitar a otros 14.
Los números 88 y 14 son símbolos utilizados por grupos racistas
blancos, aseveró.
En su página el diario Indystar, del estado de Indiana, citó
declaraciones textuales del agente Jim Cavanaugh de ATF, quien dijo
que los dos hombres querían que "su acto final fuera un intento por
matar al senador Obama. No creían que podrían hacerlo, pero morirían
en el intento".
Ya el pasado mes de agosto, durante la celebración de la
Convención Demócrata en Denver, la policía detuvo a cuatro miembros
de un grupo de supremacistas blancos que, supuestamente, planeaban
un atentado durante el acto final del evento en un estadio.
La policía primero detuvo a un individuo que conducía de forma
errática, presuntamente bajo los efectos de las drogas o el alcohol,
y en el interior de su camioneta se encontró armas, drogas, radios,
un chaleco antibalas, matrículas y carnés de conducir falsos.
Esta detención condujo al arresto de otras tres personas, una de
ellas en su domicilio, y otras dos en un motel de carretera.
A los detenidos se les confiscó dos rifles de alto calibre con
mirillas telescópicas, ropa de camuflaje y drogas.
Uno de los sospechosos declaró a la policía que "iban a matar a
Obama desde un punto elevado utilizando un rifle" a una distancia de
685 metros.
No obstante, las autoridades restaron en aquel entonces
importancia a las posibilidades de este grupo de llevar a cabo un
atentado, al definirlos como un "puñado de descerebrados" y
"drogadictos".