El Frente
Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central sindical de Ecuador, rechazó
el anuncio del presidente del país, Rafael Correa, de un aumento del 9 % al
salario mínimo mensual desde enero, informó hoy la prensa local.
Mesías
Tatamuez, presidente del FUT, indicó que ese incremento supondría unos 18
dólares al salario mínimo vital, que actualmente llega a US$ 200 dólares, muy
por debajo de la canasta básica de productos que supera los US$ 450 mensuales.
"Cada
año, el aumento (salarial) para los trabajadores es una humillación, porque es
como pedir limosna", apostilló Tatamuez.
El pasado
martes, Correa señaló que el aumento salarial desde enero podría ser del 9 %
mensual, aunque no descartó hacer una revisión de ese rubro a mediados de año,
para recuperar el poder adquisitivo de los sueldos.
Correa
indicó que, por la crisis financiera internacional, el aumento salarial en
enero podría ser fijado de acuerdo al índice de inflación calculado para 2009,
es decir en torno al 9%.
"Lamentablemente,
en este contexto de crisis, al menos, por lo pronto, no podemos aumentar"
el poder adquisitivo de los salarios sobre el índice de inflación, explicó
Correa.
Tatamuez,
en declaraciones recogidas por el diario Hoy, pidió al mandatario que revise
esa decisión y no descartó convocar a movilizaciones.
De otra
parte, Jaime Arciniegas, dirigente de la Central Ecuatoriana
de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), calificó la propuesta oficial como
una "burla" para los trabajadores.
Arciniegas
recordó que el gobernante ofreció el año pasado incrementar de forma progresiva
los salarios, para recuperar la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
El año pasado,
el Gobierno aumentó en 17,6% la remuneración básica mensual, que entonces se
convirtió en el mayor ajuste desde que Ecuador adoptó la dolarización de su
economía, en el año 2000.
En 2008,
con el incremento del Gobierno, el salario mínimo vital llegó a los 200 dólares
mensuales y con la propuesta de aumento anunciada por Correa, ese rubro
llegaría a los 218 dólares, en 2009.El mandatario consideró que un incremento
mayor podría afectar al sector empresarial, con efectos en el desempleo, que
alcanza una tasa del 10%.