Además de tomar medidas para controlar los impactos sanitarios del coronavirus, uno de los focos de gobiernos de todo el mundo ha sido acotar al máximo posible los efectos del brote en las pequeñas empresas.
Para conocer cómo está afectando la pandemia a las firmas de menor tamaño en Estados Unidos, un grupo de investigadores de las universidades de Harvard, Chicago e Illinois elaboró el estudio “¿Cómo se están ajustando las pequeñas empresas al Covid-19? Evidencia temprana de una encuesta”.
La investigación afirma que las pequeñas empresas emplean a casi la mitad de los trabajadores estadounidenses y plantea que “la situación actual representa un shock para las empresas de menor tamaño que no tiene precedentes desde la década de 1930”.
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Además, señala que “muchas de las pequeñas firmas tienen poco efectivo disponible, lo que significa que tendrán que reducir drásticamente los gastos, asumir deudas adicionales o declararse en quiebra”.
Para respaldar su trabajo, el grupo aplicó una encuesta a más de 5.800 pequeñas empresas de EEUU, que confirmó que ya se han producido despidos y cierres masivos y gran parte demostró ser frágil financieramente.
La académica de la Escuela de Negocios de Harvard, Zoe Cullen, fue una de las impulsoras de la investigación y explicó a DF que “muy pocas empresas tenían un stock de efectivo para los últimos dos meses y más de tres cuartos no tienen la capacidad de cubrir los gastos mensuales habituales durante más de dos meses”.
También afirmó que existe gran incertidumbre respecto a la duración de la crisis, y en un escenario en que las interrupciones se extiendan cuatro meses más, menos de la mitad de las empresas se proyecta operativa hasta fin de año -un 47% lo hace-, siendo algunos de los sectores más afectados el turismo, restaurantes y arte y entretenimiento.
Una visión similar tiene el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), Jorge Carniglia, quien afirmó que “claramente las empresas pequeñas y las personas que trabajan en ellas serán las afectadas por el brote, causando un fuerte impacto en la economía de EEUU, ya que representan el 53% de las firmas, y las vinculadas al turismo y servicios profesionales serán las más golpeadas por esta crisis”.
Pero según la doctora en economía de la Universidad de Stanford, la crisis también significará un aprendizaje para las firmas.
“La primera lección será mantener un stock de efectivo más alto para eventos inesperados, la segunda será aprender a renegociar pagos con propietarios y proveedores y la tercera cómo trabajar de forma remota, así como vender y comercializar de esta manera”, planteó.
¿Y las PYME chilenas?
Cullen señaló que esperaría que el patrón de industrias más afectadas sea similar en todos los países, y también “que las reservas de efectivo sean escasas para las pequeñas empresas en todas partes”.
Al darle una mirada local al estudio, el académico de la FEN explicó que “se puede aplicar a otros países y en especial a Chile, pues el 80% del empleo se genera a través de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME)”.
Además, el experto indicó que a nivel nacional las firmas de menor tamaño están sufriendo “efectos financieros similares”, además de un “aumento en la cesantía”.
Al igual que la autora de la investigación, el experto de la Universidad de Chile considera que “los principales aprendizajes para las PYME son la importancia de diversificarse y no depender de un solo ingreso o actividad, a la vez que el e-commerce se vuelve una exigencia que están obligados a desarrollar. También contar con la logística necesaria para implementar entregas a domicilio y reinventar su negocio aplicando tecnología e innovación”.