La confianza de los consumidores y los empresarios volvió a
bajar en noviembre tanto en la eurozona como en la UE, con lo que marcó su
mínimo histórico desde agosto de 1993 en el caso de los países de la moneda
única y enero de 1985 en los Veintisiete, según datos de la Comisión Europea.
El Indicador de Sentimiento Económico (ISE) continuó este
mes la brusca tendencia a la baja ya registrada en octubre, con una caída de
5,1 puntos (hasta 74,9) en la eurozona y de 6,7 (hasta 70,5) en la Unión.
Bruselas explicó que el descenso global de la confianza
refleja la caída generalizada en todos los ámbitos tanto en los países del
euro como en el conjunto de la UE.
La confianza en la industria volvió a caer
significativamente en las dos áreas, mientras que en los servicios estableció
un nuevo mínimo.
La confianza de los consumidores registró una caída mínima
tanto en el área del euro como en los Veintisiete, pero se mantiene a un nivel
muy bajo en relación a su media histórica.
En el caso de las ventas minoristas, la confianza siguió
cayendo en el conjunto de la UE, pero no varió en la eurozona, en tanto que en
la construcción descendió bruscamente en las dos zonas.
El indicador de confianza de los servicios financieros -que
no se incluye en el ISE- también registró un descenso llamativo en noviembre en
la eurozona y la UE.
En octubre sufrió su primera bajada desde que comenzó a
elaborarse, en 2006, y esa tendencia se ha intensificado este mes.
La mayoría de directivos del sector financiero entrevistados
anticipan una contracción de la demanda de sus servicios los tres próximos
meses.
En cuanto la encuesta de inversión en la industria, llevada
a cabo en octubre en noviembre, en una mayoría de Estados miembros las empresas
planean reducir su inversión en 2009 comparado con 2008, después de un
crecimiento este año menor de lo esperado.
La
Comisión Europea también difundió hoy el Indicador de Clima
Empresarial (ICE) para la zona euro, que acentuó en noviembre su disminución y
se acerca a los valores mínimos que marcó en 1993.
El ejecutivo de la UE señala que la marcada tendencia a la
baja del ICE muestra el deterioro en el ritmo de aumento de la producción
industrial, que probablemente no se corregirá en el cuarto trimestre.
Todos los componentes del Indicador evolucionaron
negativamente. Los gerentes informaron del brusco descenso de la producción en
los últimos meses, mientras que los "stocks" de productos terminados
aumentaron.
Su evaluación de los pedidos y de las demandas para
exportación es cada vez más negativa y también empeoraron las expectativas de
evolución de la producción.