Las justicia alemana condenó
hoy al ex presidente de los servicios postales Deutsche Post Klaus
Zumwinkel a dos años de libertad condicional y al pago de una multa
de un millón de euros (US$1,3 millones) por fraude fiscal.
La Audiencia Provincial de Bochum (oeste) tuvo en cuenta al
dictar la pena que Zumwinkel reconoció en el proceso judicial haber
defraudado impuestos por casi un millón de euros.
El antiguo presidente de Deutsche Post, que se mostró arrepentido
durante el juicio, reconoció que depositó gran parte de su
patrimonio en una fundación en Liechtenstein y no lo declaró a la
Agencia Tributaria alemana.
La sentencia satisface ampliamente la pena que había solicitado
la Fiscalía, que también consideró que Zumwinkel ha pagado más
adelante 3,9 millones de euros en impuestos, intereses y tasas.
De este modo, el ex directivo de los servicios postales germanos
ha saldado impuestos cuyo fraude, debido al plazo legal de
prescripción, ya no fueron considerados en este proceso penal.
La acusación consideró que el fraude fiscal no es un hecho
espontáneo, sino que es planeado cuidadosamente, pero tuvo en cuenta
que Zumwinkel cooperó en el proceso y ha pagado con posterioridad
sus impuestos.
En el juicio, Zumwinkel dijo que "este ha sido el mayor error de
mi vida y por este error estoy aquí, quiero hacer tabla rasa y
asumir las consecuencias jurídico-penales con compresión".
Zumwinkel, que ha evitado la cárcel porque el monto defraudado al
fisco fue menor a un millón de euros, tendrá una pensión anual de
1,12 millones de euros (US$1,4 millones).
Escándalo
El directivo alemán dimitió hace casi un año tras ser acusado de
fraude fiscal y después de que las autoridades policiales
registraran su domicilio y lo detuvieran.
Su detención fue grabada por algunas cadenas de televisión y las
imágenes se vieron en todo el mundo.
El ejecutivo dejó su cargo al frente de los servicios postales
germanos sin ningún tipo de compensación económica y dejó de cobrar
su salario tras su dimisión, dijo entonces la empresa.
Además, Zumwinkel abandonó posteriormente su mandato en los
consejos de vigilancia de empresas como Deutsche Telekom, Lufthansa
y Arcandor.
Zumwinkel calcula que su patrimonio es actualmente de unos 13
millones de euros (US$17 millones).
Las justicia alemana, que investiga actualmente cientos de casos
de supuesto fraude fiscal a través de Liechtenstein, se hizo con los
datos después de que fueran robados al banco LGT-Bank y vendidos a
los servicios secretos de Alemania.