La inflación en América Latina
alcanzó un 8,9% en junio de 2008 en comparación con el mismo mes del
año anterior, mientras que los precios de los alimentos se
incrementaron un 15,7% en el mismo período, informó hoy la Comisión
para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según el "Estudio Económico de América Latina y el Caribe
2007-2008" elaborado por ese organismo, la inflación en la región
fue del 6,5% en 2007, en tanto que el aumento en los
precios de los alimentos alcanzó ese año un 10,7 por ciento.
El informe señala que, tras los continuos descensos desde 2002,
el incremento en el índice de precios al consumo de junio afecta a
casi todos los países, con variaciones que fluctúan entre el aumento
interanual del 5% registrado en México hasta el 32% de Venezuela.
Entre los países con mayor inflación se encuentran además
Nicaragua (23%), Bolivia (17%), Guatemala (14%), Paraguay (13%),
Costa Rica (13%), República Dominicana (12%), Honduras (12%),
Ecuador (10%) y Panamá (10%).
La inflación interanual en el mes de junio se situó por debajo de
ese nivel en Chile (9%), Argentina (9%), El Salvador (9%), Uruguay
(8%), Colombia (7%), Brasil (6%), Perú (6%) y México (5%).
El organismo de las Naciones Unidas subrayó que el aumento de los
precios a nivel global, empujado por el alza en los combustibles y
en los alimentos, ha tenido un mayor impacto en las naciones
emergentes que en los países desarrollados.
La Cepal alertó de que la inflación "afecta en forma
desproporcionada a la población de menores ingresos" al tiempo que
genera incertidumbre y puede llevar a adoptar políticas
antiinflacionarias que deterioran el crecimiento y el empleo.
Para paliar el efecto del alza de precios, el organismo regional
propuso generar un espacio fiscal que asegure la financiación de los
programas que se orientan a la reducción de la pobreza, a la
formación de capital humano y a la dotación de infraestructuras.
Para la CEPAL, la lucha contra la inflación requiere de la
armonización de las políticas fiscales y monetarias, ya que el
recurrir únicamente a aumentar la tasa de interés puede tener
efectos negativos sobre la inversión y el crecimiento.