Italia, España y Portugal
son los países menos competitivos de la zona del euro, según un
estudio de analistas del Banco Central Europeo (BCE), que sitúan a
la cabeza de la competitividad a Bélgica, Finlandia y Holanda.
En el informe Globalización y Competitividad, los expertos
señalan que, aunque se ha ganado en competitividad y la apertura del
mercado europeo es superior a la de Estados Unidos, la diferencia
entre los países que integran la eurozona es notoria en todos los
indicadores.
En términos de acceso a los mercados internacionales, el país más
competitivo es Bélgica, seguido de Finlandia, Holanda, Alemania,
Francia, Austria, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Italia, España y
Portugal.
Los analistas del BCE explicaron las últimas tres posiciones
porque estos países están menos centralizados y por las desventajas
tecnológicas asociadas a los altos costos que supone entrar en
nuevos sectores.
Eso explicaría en parte que España y Portugal vuelven a estar en
la cola de la relación de países por competitividad productiva, que
recoge las diferencias productivas derivadas de las fricciones en el
mercado y factores institucionales y tecnológicos desfavorables.
La competitividad productiva la encabezada Finlandia, seguida de
Suecia, Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica,
Italia, Reino Unido, España y Portugal.
En el estudio de los precios de exportación, el informe sostiene
que mientras Alemania, Francia, Finlandia, Irlanda y Holanda
tuvieron ligeras pérdidas en cuanto a competitividad, Italia, España
y Grecia sufrieron un retroceso significativo.
Esta heterogeneidad se detecta en otros cálculos alternativos
como los Indicadores de Competitividad Armonizados (HCI), basados en
los índices de precios de consumo del BCE.
Aunque en todos los países de la eurozona se detectó un deterioro
en competitividad de precios entre 1999 y 2007, Alemania, Austria y
Finlandia experimentaron un pérdida moderada, mientras que Irlanda y
España parecen haber sufrido una perdida particularmente fuerte de
competitividad, según la fuente.
Respecto al carácter de las exportaciones de la zona del euro, el
informe sostiene que hay una fuerte especialización en la media y
alta tecnología, lo que en gran medida se explica en las estructuras
de exportación de Alemania, Francia, España y tal vez Italia.
Sobre España, los expertos del BCE destacan que ha aumentado la
especialización de sus exportaciones fuera y hacia otros países de
la zona euro en sectores tradicionales y motores de vehículos, si
bien el total de exportaciones en el área euro decreció.
Los autores del informe analizaron igualmente la parte del
crecimiento de la productividad generado por factores no tangibles
como el progreso tecnológico o la innovación organizativa ya que
consideran que este índice (TFP) es el que permite una medición más
completa de la eficiencia de una economía.
El BCE destaca que España registró un crecimiento
excepcionalmente elevado de la productividad (TFP) en los servicios
financieros en el periodo 1995-2005, con un 3,8 por ciento, por
encima incluso de Estados Unidos, que lo hizo un 3,5 por ciento.
Para realizar el estudio, que insta a un reforzamiento de la
competitividad y flexibilidad de los mercados en la zona euro, los
analistas del BCE contrastaron datos de 150.000 empresas de doce
países.
"Hay que mantener los esfuerzos para reforzar la competitividad y
flexibilidad en los mercados y aplicar reformas estructurales en los
mercados laborales y de bienes, en aras de la innovación y para
facilitar el ajuste de las empresas y trabajadores a los cambios
derivados de la globalización", concluye el informe.