El esperado triunfo del candidato demócrata, Barack Obama, llegó. Después de 22 meses de campaña, el senador por Illinois, el primer afroamericano electo presidente en Estados Unidos, capturó el voto de los ciudadanos de ese país, que acudieron en masa a votar en una jornada histórica.
El senador John McCain reconoció el triunfo del demócrata, diciendo que “el pueblo ha hablado y lo ha hecho claramente”.
Pasada la medianoche, los canales de televisión estadounidenses dieron por ganador a Obama, tras superar el umbral de los 270 votos electorales necesarios para ser elegido presidente. Sin embargo, el triunfo se fue gestando paso a paso. El demócrata ganó el decisivo estado de Ohio (llevándose el premio de 20 electores), y revelando el primer signo de un posible triunfo presidencial. “Nos gusta lo que vemos”, dijo el estratega de campaña de Obama, David Axelrod, en comentarios preliminares. Ese estado era visto como una necesidad por McCain, ya que ningún republicano ha ganado la Casa Blanca sin ganar ese estado.
Según las proyecciones, Obama también se quedó con Nuevo México (que entrega cinco electores), Pensilvania (que entrega 21 electores) y Iowa (que entrega siete), todos estados republicanos que contribuyeron en la victoria de Bush en la elección de 2004.
En otra dolorosa derrota para McCain, los canales de televisión estadounidenses reportaron que Obama también se quedaría con New Hampshire, un estado demócrata en que McCain se había enfocado. Estos triunfos, junto con los decisivos Florida (que entrega 27 delegados) y Virginia (que entrega trece), permitieron a Obama celebrar anticipadamente un triunfo.
Hordas de adherentes festejaron en Grant Park, en Chicago, el punto de encuentro del candidato afroamericano. Además, hubo concentraciones en su favor en Times Square y Harlem, en Nueva York, cerca de la medianoche.
En tanto, el pesimismo reinó en la campaña de McCain. “A estas alturas, necesitamos un milagro”, dijo a la cadena de televisión CBS un asesor de McCain. De hecho, analistas ya planteaban que el senador había sido el mejor candidato para el partido y que la crisis financiera y la impopularidad del gobierno de George Bush le jugaron en contra.
Participación histórica
Un récord de 130 millones de ciudadanos terminó ayer con dos años de campaña, en medio de un período tumultuoso para la economía. Los candidatos comenzaron sus días como muchos otros estadounidenses, votando. Obama votó a las 7:36 de la mañana en la escuela elemental Beulah Shoesmith en Chicago, acompañado por su señora, Michelle, quien también votó, y sus hijas, Sasha y Malia.
En tanto, McCain votó a las 9:08 en Phoenix, en la iglesia metodista Albright United.
La senadora demócrata por Nueva York, Hillary Clinton, que fue la rival de Obama en las primarias, dudó en un comienzo si decir públicamente por quién había votado, pero luego fue más allá al dar por descontado el triunfo del candidato demócrata. “Estoy ansiosa por ponerme a trabajar con el presidente Obama en todos los asuntos a los que se enfrenta nuestro país y el mundo”, afirmó en el estado de Nueva York.
Problemas en las elecciones
La jornada no estuvo exenta de problemas. Algunas máquinas defectuosas en Florida, tres sitios de votación en Virginia que abrieron tarde por “error humano”, y algunos votos que se mojaron por la lluvia y que no pudieron ser leídos por las máquinas, fueron algunas de las anécdotas de la jornada. En tanto, en un lugar de votación en Filadelfia, algunas máquinas no pudieron funcionar debido a que estaban muy lejos de los enchufes y no contaban con alargadores.
Por la tarde, habitantes de Detroit tuvieron que esperar durante cinco horas para votar en una fila de más mil personas. Sin embargo, el resto de las áreas reportó un desarrollo normal de las elecciones. Incluso, estas elecciones lograron congregar a tanta gente, que Reuters reportaba el caso de mendigos que por primera vez se interesaron en las elecciones y fueron a votar.
En Chicago, de donde proviene Obama, la emoción entre los votantes por participar en la histórica elección llevó a la gente a los centros de votación temprano. El registro de votantes superó niveles récord en áreas como South Shore, un barrio pobre de Chicago donde Barack Obama, como un joven organizador comunitario, encabezó una campaña para registrar a 150 mil votantes afroamericanos a comienzos de la década de los ’90.
Cierres tempranos
El primer pueblo en cerrar sus locales de votación, pasada la medianoche del lunes fue Dixville Notch, en el estado de New Hampshire. La pequeña localidad tradicionalmente es la primera en cerrar, debido a que cuenta sólo con 20 votantes registrados, y aunque su tendencia es republicana, ayer dio el primer triunfo a un demócrata en 36 años, entregando 15 votos a Obama contra los seis de McCain.