El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, admitió ayer que la decisión del presidente de la Cámara de Diputados de pasarse a la oposición representa una "pequeña crisis política", aunque aseguró que no genera "inestabilidad institucional".
El líder de la cámara baja, Eduardo Cunha, anunció el viernes su decisión al tiempo que hizo un llamado a su Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más grande del país, a abandonar la coalición oficialista.
El partido ha sido clave en los esfuerzos de la presidenta Dilma Rousseff por recuperar la confianza de los inversionistas a través de un fuerte ajuste fiscal. Durante el fin de semana, medios en Brasil especularon que tras su cambio de actitud, el parlamentario podría bloquear las políticas de recortes en el gasto. Cunha también ocupa una posición clave para una posible impugnación de Rousseff por presuntos malo manejos fiscales. Sin embargo, a través de las redes sociales el parlamentario aseguró que no pretende generar "caos en la economía con medidas que pongan en riesgo las cuentas fiscales".
De visita en Nueva York, Temer aseguró que la decisión del parlamentario es personal y que no representa el sentimiento de su colectividad. A través de un comunicado, el PMDB también descartó que vaya a dejar el gobierno. Sin embargo, el presidente del Senado y también miembro del mismo partido, Renan Calheiros, respaldó a Cunha y cuestionó que el plan de austeridad vaya a ayudar a restaurar el crecimiento económico.
Mayor contracción
En el último boletín Focus, publicado ayer, los economistas encuestados por el banco central proyectan que el PIB se contraerá 1,7% este año, desde el -1,5% de la publicación anterior, y elevaron además sus apuestas para la inflación a 9,15%.
En medio de este escenario, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, advirtió que si el gobierno no logra hacer el ajuste, Moody's recortaría la calificación soberana. La agencia mantiene la nota de Brasil en Baa2, la segunda más baja de investment grade, pero con perspectiva negativa.
El alejamiento de Cunha se produjo luego de que un informante de los fiscales denunciara que recibió sobornos a cambio contratos con la petrolera estatal Petrobras. Las denuncias forman parte de una investigación a más de 50 políticos, incluyendo a algunos del Partido de los Trabajadores de Rousseff.
Cunha negó las acusaciones y denunció que forman parte de una estrategia para debilitarlo.
Camargo Correa
En la primera sentencia contra ejecutivos de uno de los contratistas de Petrobras, la Justicia de Paraná condenó ayer a ex representantes de la constructora Camargo Correa por corrupción, lavado de dinero y organización criminal. Dalton dos Santos Avancini, ex presidente, y Eduardo Leite, ex vice presidente, fueron sentenciados a quince años y diez meses de reclusión. El ex presidente del directorio, João Ricardo Auler, fue condenado a nueve años y seis meses.