El yuan avanzó ayer a un máximo de nueve meses luego que las autoridades chinas dieran un paso en firme para impulsar el mercado inmobiliario en momentos en que Beijing intenta frenar la caída de los precios de los bienes raíces que ha aumentado la presión deflacionaria y ha puesto en riesgo el crecimiento de la mayor economía de Asia.
El Banco Popular de China dijo en un comunicado publicado en su página web que ajustará el pago inicial mínimo a los compradores de segundas viviendas en el país asiático y que mejorará las políticas de préstamos para promover el "desarrollo saludable del mercado inmobiliario".
Los movimientos vienen tras los comentarios del gobernador del banco central de China, Zhou Xiaochuan, que el domingo aseguró que la tasa de crecimiento china ha caído demasiado y que los responsables políticos tienen espacio para actuar a través de tasas de interés y medidas "cuantitativas".
El contrato forward del yuan a doce meses subió 0,38%, el mayor avance intradía desde junio de 2014, a 6,3530 el dólar en Hong Kong, según datos compilados por Bloomberg. En Shanghái, la moneda se fortaleció 0,14%, la mayor alza desde el 24 de marzo, para cerrar en 6,2077, según el Sistema de Comercio de Divisas Extranjeras de China (CFETS).
"El optimismo de que China tomará medidas para asegurar el crecimiento y su intento de hacer del yuan una moneda de reserva se apoya en el tipo de cambio", dijo a Bloomberg Kenix Lai, analista de divisas en el Bank of East Asia, en Hong Kong. "Es probable que el Banco Popular de China mantenga el yuan en un nivel relativamente estable para reforzar el supuesto de la condición de moneda de reserva".
El yuan ha subido 1% este mes en lo que supone la mejor actuación de Asia, dirigiéndose a su mayor avance mensual desde septiembre de 2012.
Flexibilizando las restricciones
El Banco Popular de China redujo el pago mínimo inicial requerido para algunas segundas viviendas a 40%, desde el 60% actual. Asimismo, el Ministerio de Finanzas dijo que los propietarios estarán exentos de un impuesto sobre las ventas si venden luego de haber tenido en su poder una vivienda por dos años o más. El mínimo anterior para evitar el impuesto de 5,5% era de cinco años.
Los pasos dados del lunes se suman a los esfuerzos del gobierno chino por detener la caída en los precios de la vivienda y estimular el crecimiento del país asiático. Este mes, la segunda economía más grande del mundo fijó una meta de expansión de 7% para 2015, su objetivo más bajo en más de 15 años.
Dos recortes de las tasas de interés desde noviembre, junto con una relajación de las condiciones de la hipoteca en septiembre habían fracasado hasta el momento para frenar la caída, cuando las ventas de viviendas nuevas cayeron 17% en los dos primeros meses de 2015.
"Si el mercado inmobiliario continúa debilitándose, será muy difícil para el gobierno mantener la tasa de crecimiento en 7%", señaló Xu Gao, economista jefe de Everbright Securities Co., con sede en Beijing. El gobierno podría continuar impulsando medidas que apoyen a los promotores inmobiliarios, agregó el economista.
Los futuros del índice FTSE China A50 subieron a 0,8% en el comercio de Singapur después del cierre de los mercados de China continental.
Las nuevas medidas ponen de relieve la determinación del gobierno por revertir el curso después de cuatro años de estrictas restricciones sobre las propiedades destinadas a combatir a los especuladores. En septiembre, el banco central amplió el acceso a pagos mínimos y tasas hipotecarias más bajos. Sin embargo, las ventas de casas nuevas registraron el primer incremento anual en diciembre, para volver a caer en enero y febrero.
"Un poco" demasiado
El jefe del banco central chino dijo que la tasa de crecimiento del país ha caído "un poco" demasiado y que los responsables políticos tienen espacio para responder, respaldando las previsiones de una mayor expansión monetaria en China.
"La inflación en China también está bajando. Necesitamos estar atentos respecto a si esto puede ir más allá para alcanzar deflación o no", declaró Zhou Xiaochuan en un foro en Boao, en la isla de Hainan, al sur de China.
Las declaraciones de Zhou vienen tras los datos del primer trimestre que constataron que China se está desacelerando aún más luego de crecer 7,4% el año pasado, su expansión más débil desde 1990.
"Una nueva flexibilización de su política está en camino, no hay duda", dijo a Bloomberg Guan Qingyou, de Minsheng Securities. "El banco central parece haberse dado cuenta que es mejor actuar más temprano que tarde dada la desaceleración y la presión deflacionaria".
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