Al igual que índices como el Dow Jones, el Nikkei o el Ibovespa, el principal indicador bursátil de Chile acumula su segunda jornada consecutiva a la baja.
Si bien los números del Ipsa no son tan dramáticos como los de Wall Street o el Dax alemán, ayer tuvo su peor nivel y variación en lo que va del 2018.
Es así como el índice chileno retrocedió el lunes un 1,62%, lo que hizo descender al selectivo bajo la barrera conquistada en enero: los 5.800 puntos, llegando a las 5.731,47 unidades. Esta última cifra representa el puntaje más bajo desde el 11 de enero.
Sin embargo, en el caso de Chile, no todo se trataría de la contingencia internacional.
Fuentes de mercado señalan que también se debería a que inversionistas institucionales, como las AFP, estarían vendiendo papeles debido a que habrían sobrepasado sus límites de inversión.
Esta venta de papeles en conjunto con temas locales específicos como la baja de ciertas compañías pesqueras a causa del bloom de algas en el sur, estarían ocasionando que las dos últimas jornadas del Ipsa sean muy poco auspiciosas.
No obstante, no todos dentro del mercado estarían de acuerdo con esta visión.
César Valencia, analista de Alpari Research & Analysis, señala que el pánico entre los inversionistas se debe de forma exclusiva a las presiones que existirían en los principales bancos centrales del mundo para que éstos suban sus tasas.
“No existen otros factores asociados a este fenómeno (la baja generalizada en las plazas bursátiles). Solo que los inversionistas se apresuran en tomar utilidades ante cualquier anuncio de contracción monetaria por parte de los bancos centrales, debido a las altas valorizaciones de las bolsas”, afirma.
Y argumenta: “ejemplo de esto es la bolsa local que esperaba un cierre para fin de año de 6.000 puntos, en enero había pasado los 5.800 puntos”.
Desde Abaqus, el economista Gonzalo Reyes, señala que “más que el alza de tasas en sí misma, que se inicie un proceso de normalización monetaria agrega incertidumbre a los agentes económicos. Ellos pueden tener miedo a errores de política monetaria, como que se suban las tasas más de lo esperado y a una mayor velocidad de la que la economía puede absorber”, argumenta.