María estuvo casi ocho meses trabajando en Australia. A sus 27 años decidió partir al otro lado del mundo; dejó las comodidades de la casa de sus padres para insertarse en otra cultura.
Todos fueron trabajos no calificados (como garzona y dirigiendo el tránsito), pero allá logró ahorrar y luego pudo recorrer el Sudeste Asiático por otros seis meses. Y de vuelta a Chile aún le quedaba plata.
Ganó mucha experiencia, la que hoy es valorada por varias empresas.
Como María, cada año, más de mil jóvenes chilenos parten a Australia gracias a las visas Work and Holiday que ese país pone a disposición de los interesados. Pero este 2016 se registró una demanda récord.
Como cada doce meses, la embajada de Australia abrió el proceso para postular a las visas en julio; a las pocas semanas se llenaron los cupos.
“Hemos otorgado el cupo total para Chile que corresponde a 1.500 visas. Los jóvenes que no hayan alcanzado un cupo durante este programa, deberán esperar hasta el 1 de Julio de 2017, fecha en la cual comienza el nuevo programa”, señalaron desde la embajada.
Hay otros países que también ofrecen la visa Work and Holiday, como Nueva Zelanda, Alemania, Dinamarca, Francia, Canadá y Corea del Sur. Pero un porcentaje importante de los jóvenes opta por Australia por el idioma (aprenden o pulen su inglés) y el clima.
”Australia es uno de los países más atractivos para turistas, especialmente jóvenes, en el mundo. En el último año Australia ha recibido más de 8 millones de turistas internacionales y este número sigue creciendo”, destacan desde le embajada.
Junto a esto, afirman que para los chilenos la vida en Australia no es tan diferente: los australianos son relajados y comparten con los latinos muchas similitudes culturalmente, así que es muy fácil hacer amigos nuevos al llegar.
“La visa Work and Holiday tiene la ventaja de que permite trabajar durante la estadía, y el mercado laboral australiano es muy dinámico, así que los jóvenes a menudo pueden ahorrar para después viajar dentro de Australia a otros países en Asia”, señalan desde la embaja de Australia en Chile.
Además, llegar a Australia no es difícil: hay vuelos directos desde Santiago a Sydney con Qantas, y vuelos con Latam Airlines actualmente a Sydney, y a partir de octubre del próximo año, también a Melbourne sin escala.
Los Millennials
¿Por qué el boom de viajar a otro país a trabajar como garzón o recogiendo fruta? La respuesta es simple: trabajar, juntar mucha plata, para luego viajar por el mundo.
Según la Organización Mundial del Turismo, los viajes realizados por jóvenes representan aproximadamente 190 millones de viajes internacionales al año y se proyectan que se llegue a los 300 millones hacia el año 2020.
Los Millennials -jóvenes entre 20 y 35 años- ya representan un 20% de todos los turistas internacionales. Precisamente, un hábito extendido en esta generación es conseguir visas de trabajo y vacaciones hacia zonas como Australia o Nueva Zelanda.
Esta generación prioriza las experiencias sobre los productos: disfrutar en lugar de comprar, acceder sin necesidad de tener.
En EEUU, casi el 80% de los jóvenes de entre 18 y 34 años prefiere gastar su dinero en vivencias (eventos deportivos, musicales o artísticos, fiestas, entre otras cosas) antes que comprar algo, según una encuesta de The Harris Poll.
Este informe señala que “para los millennials ya no son importantes hitos vitales de anteriores generaciones como comprar una casa o un auto, ya que el valor real está en experimentar y no en poseer”.
Los millennials son la generación del “now” (ahora): quiero esto, lo quiero ahora y más encima quiero poder compartirlo con todos mis seguidores en redes sociales.
Esta generación ya no confía de los mensajes que reciben de las organizaciones y empresas: nacieron durante el boom de la publicidad y se han sentido engañados.
Por eso, su máximo referente son sus iguales. A la hora de viajar confiarán mucho más de la opinión de un conocido (o no) que publique algo en internet que de las maravillas que pueda explicarle un destino o una empresa.
Estudiar y trabajar
Goiko Peiró-Camaró y Pablo Gil Brusola tomaron nota de esto.
Hace tres años, estos dos jóvenes valencianos dejaron un trabajo estable y una vida cómoda para vivir una experiencia que han convertido en una empresa en crecimiento.
Estos dos amigos aterrizaron en Australia cuando tenían 26. Vivieron en primera persona todo lo que conlleva instalarse en este país.
Después de trabajar en varios empleos no cualificados decidieron hacer de la necesidad una oportunidad y crearon GrowPro Experience para ayudar a todas las personas que deciden emprender la misma aventura a superar el laberinto burocrático australiano.
El modelo de negocio de GrowPro Experience es un win-win, han explicado sus fundadores.
“El asesoramiento y acompañamiento para quien decide viajar es totalmente gratuito. Nosotros tenemos acuerdos con escuelas en todo el país. Si la persona decide finalmente inscribirse en algún curso, recibimos una compensación por parte de la escuela y nos encargamos de todos los trámites y el seguimiento del alumno”, ha señalado Goiko.
En efecto, para aquellos jóvenes que quieren estudiar en Australia, ya sea cursos cortos o cursos conducentes a grado académico, y que al mismo tiempo deseen trabajar, existe el programa de Visas de Estudiante, el cual permite realizar estudios y trabajar un máximo 40 horas quincenales.
Y aquí empresas como GrowPro pueden ser de gran ayuda.
La empresa ya tiene presencia en América latina. Desde su oficina en Santiago asesora a jóvenes de los países de la región.
La sede local debutó hace menos de tres meses y ya ha asesorado a más de 60 personas. Entre ellos no solo chilenos, gran parte son argentinos, peruanos, bolivianos y colombianos.
“La base de nuestro trabajo es entregar un servicio personalizado, en el cual se parte del hecho de que cada caso es distinto, cada persona busca su experiencia en base a sus sueños, presupuesto y realidad personal”, destaca Magdalena Ramírez, quien después de haber vivido en Australia en tres ocasiones diferentes, regresó a su ciudad natal para fundar la nueva sede de la compañía en Latinoamérica.
“En GrowPro se trabaja para garantizar una experiencia completa, no solo ayudamos con los trámites de papeleo y visado, sino durante todo el proceso de adaptación, que sigue una vez que la persona aterriza en el país, con asesorías para encontrar trabajo y alojamiento, consejos sobre dónde ir, cómo conocer el país, invitaciones a eventos, talleres y mucho más”, destaca Patrik Johansson, que también trabaja en la oficina de GrowPro en Santiago.
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