El presidente de Toyota, Akio Toyoda, hizo hoy un mea
culpa ante el Congreso de Estados Unidos por los problemas que ocasionaron la
llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos y prometió que la empresa
trabajará para "recuperar la confianza" de los consumidores.
"En los últimos meses nuestros clientes han comenzado a sentir
incertidumbre por la seguridad de los vehículos de Toyota y tomo plena
responsabilidad por eso (...) francamente, temo que el ritmo en el que hemos
crecido pudo haber sido demasiado rápido", dijo Toyoda.
"Tienen mi compromiso personal de que Toyota trabajará vigorosamente y sin
cesar para restablecer la confianza de nuestros clientes", prometió el
empresario ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes.
Bajo juramento, Toyoda leyó en inglés las tres páginas de testimonio ante el
Comité, el más esperado en esta serie de audiencias sobre los problemas de la
multinacional japonesa, y la respuesta del Gobierno federal.
Asimismo, la autoridad empresarial aceptó "plena responsabilidad" por
las quejas que han generado los problemas de aceleración en ciertos modelos y
delineó algunas de las medidas para mejorar la seguridad y calidad de los
coches.
Durante la sesión de preguntas, Toyoda se apoyó en la ayuda de una intérprete
japonesa para asegurar que su empresa "ha compartido plenamente" toda
la información que tiene sobre el origen y causa de los defectos.
En la misma audiencia, el presidente de Toyota para Norteamérica, Yoshimi
Inaba, afirmó que con las reparaciones en marcha "los vehículos de Toyota
permanecerán entre los más seguros en las carreteras hoy en día".