Humphreys degrada clasificación de Clínica Las Condes por segunda vez en cuatro meses
La agencia señaló que no existen "antecedentes precisos, que permitan presumir con una certeza razonable, que el emisor dispondrá de la liquidez necesaria para el pago de sus obligaciones".
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Por segunda vez en solo cuatro meses, Humphreys degradó la clasificación de riesgo de los bonos Clínica Las Condes (CLC), ahora desde la categoría "BBB-" a "BB", manteniendo una tendencia "En Observación".
El cambio, dijo la agencia de clasificaciones, "responde a que de acuerdo con la información que se ha tenido a la vista, la clasificadora no tiene antecedentes precisos, que permitan presumir con una certeza razonable, que el emisor dispondrá de la liquidez necesaria para el pago de sus obligaciones de corto plazo, en particular para el vencimiento del 30 de noviembre del bono serie B".
En esa línea, agregó que si bien "se estima que cualquier insuficiencia de flujos no sería muy significativa, en los hechos el emisor aún no dispone de alternativas concretas para allegar recursos adicionales, ello pese a lo ajustado de los plazos y a su limitado acceso a las fuentes de financiamiento."
Los analistas de Humphreys señalaron que se mantiene en observación debido a que la clasificación se podría modificar favorablemente si es que se materializa alguna de las alternativas de financiamiento que la empresa ha señalado como probables; o, al revés, modificada desfavorablemente si es que se percibe un aumento en "el riesgo de iliquidez".
Cabe recordar que la Clínica, controlada por el Grupo Auguri, de Cecilia Karlezi -y liderada por la pareja de la empresaria, Alejandro Gil-, había impulsado un aumento de capital por $35.000 millones que, en su mayoría, se destinaría a pagar deudas.
En su última entrega de resultados, a junio de 2024, la CLC reportó pérdidas por $44,5 millones en el segundo trimestre. Asimismo, durante los primeros seis meses del año, los ingresos cayeron un 5,8% interanual. La tasa de ocupación del inmueble se mantiene baja, en un 38,09%, teniendo en cuenta que el número de camas del recinto de Estoril se redujo, desde junio de 2023, de 345 a 287.
El primer semestre, registraron caídas las atenciones de urgencia (-29,1%), el número de intervenciones (-19,64%), la cantidad de exámenes (-18,6%) y la cantidad de imágenes (-24,66%). Lo anterior se contrastó con un leve alza (0,85%) en consultas médicas. El porcentaje de ocupación de pabellones se redujo a un 23,67%.