La reunión entre representantes del fabricante de
automóviles Opel y su consorcio matriz General Motors (GM) con el Gobierno
federal alemán terminó hoy, como se esperaba, sin resultados concretos con
respecto a una posible fórmula de salvación de la empresa.
"Todavía hay muchas cuestiones por aclarar", dijo
el ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, tras la reunión.
Guttenberg aseguró que el Gobierno examinará la situación,
pero advirtió de que se trata de una situación altamente complicada.
Opel quiere ayuda del Ejecutivo alemán para salir de la
crisis en que se encuentra, motivada por varios factores entre los cuales está
la mala situación del consorcio matriz y la situación económica en general.
El Gobierno exige sin embargo un plan claro que haga
plausible las posibilidades de salvar a Opel y, además, pide que la empresa se
independice de General Motors para evitar que posibles ayudas estatales terminen
en las arcas del consorcio matriz.
La canciller Angela Merkel ha intervenido en las discusiones
y le ha comunicado telefónica al jefe de General Motors en Europa, Carl-Peters
Forster, que al Gobierno no le parece suficiente lo presentado hasta ahora por
el consorcio.
Entre las fórmulas de solución se ha barajado la posibilidad
de que el Estado, o los estados federados en donde Opel tiene fábricas, asuman
el control de la empresa.
Sin embargo, dentro del Gobierno hay voces contrarias a esa
posibilidad, entre las que se cuenta la del ministro de Interior, Wolfgang
Schäuble, que, en declaraciones que publica hoy el periódico económico
"Handelsblatt", dice que es preferible la declaración de insolvencia
a una participación estatal.
En sus declaraciones, Schäuble subrayó que la declaración de
insolvencia no debe confundirse con la quiebra, dado que puede ser el comienzo
de un proceso de salvación del consorcio.