El grupo automovilístico francés Renault
presentó hoy a los representantes de los trabajadores su proyecto
para suprimir 2.000 empleos en sus filiales en Europa, que se añaden
a los 4.000 anunciados en Francia a principios de mes.
El comité del grupo europeo de Renault había sido convocado en
París para que la dirección le detallara este programa de reducción
de plantilla en 2.000 personas, 900 en Francia y 1.100 en una
quincena de países europeos, explicó a Efe una portavoz de la
empresa, que insistió en que no se trata de despidos.
Se verán afectados los asalariados de las entidades comerciales
de las filiales europeas (todos cuellos blancos que no se dedican a
la producción), así como las filiales de Renault en Francia, es
decir, puestos de trabajo que tampoco están en las fábricas, precisó
la portavoz.
Renault no dio cifras concretas sobre cuántos puestos
desaparecerán en cada país, y en un comunicado emitido al término
del comité de grupo europeo se limitó a señalar que para las
filiales industriales las salidas serán con carácter voluntario, y
en las comerciales y financieras la reducción se hará por la no
sustitución del personal que deje la empresa.
La reunión de hoy fue la ocasión para discutir las condiciones de
salida de quienes acepten acogerse a este plan, en particular las
indemnizaciones que puedan recibir.
El fabricante francés señaló que "este plan es una de las medidas
destinadas a asegurar la competitividad de Renault y preservar su
capacidad de desarrollo a largo plazo frente a un deterioro del
entorno económico" que "afecta de lleno al mercado automovilístico
en Europa".
El grupo automovilístico ya había comunicado el pasado día 9 al
comité de empresa francés un primer paquete de disminución de 4.000
empleos en Francia, de ellos 3.000 en la entidad Renault SAS (que no
incluye las filiales de Francia) en actividades también de cuello
blanco, así como 1.000 en la planta de ensamblaje de Sandouville,
especializada en los modelos de gama alta.
En el caso de esas 4.000 supresiones, con carácter también
voluntario, se llevarán a cabo de aquí hasta el 30 de abril del
próximo año.
Todo este ajuste se ha estado preparando desde que el pasado 24
de julio el presidente de la compañía, Carlos Ghosn, anunció la
reducción de la plantilla en Europa con salidas voluntarias y
congelación de nuevas contrataciones para hacer frente a la caída de
ventas.
La portavoz de Renault recordó hoy que el objetivo es reducir los
costos de estructura en un 10 por ciento "para hacer frente a la
coyuntura económica y financiera".
Una coyuntura -precisó- marcada entre otros elementos por el
encarecimiento de las materias primas y del petróleo en particular,
así como por una evolución "desfavorable" del tipo de cambio del
euro respecto a otras divisas.
Renault revisó a la baja en julio su objetivo de ventas del
programa "Contrato 2009" para el año próximo, al dejarlo simplemente
en "por encima de tres millones de vehículos", en lugar de los más
de 3,3 millones esperados inicialmente.
Esta mañana, trabajadores de la planta de Sandouville en
Normandía (noroeste de Francia) bloqueaban el acceso a la zona
industrial del puerto de la ciudad de Le Havre en protesta por la
eliminación de 1.000 empleos en su fábrica.