SQM concreta reestructuración interna y divide la compañía en dos unidades de negocios
Las explotaciones del Salar de Atacama quedaron bajo la división Litio y Potasio, a cargo del vicepresidente Carlos Díaz. Por su parte, Pablo Altimiras está al frente de la división Nitratos-Yodo.
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El 21 de agosto y mediante un comunicado interno, SQM anunció una profunda reestructuración, creando dos divisiones: Litio y Potasio, que agrupa las operaciones que se desarrollan en el Salar de Atacama y están a cargo del vicepresidente de esta área, Carlos Díaz Ortiz, y Nitratos-Yodo, donde están radicados el resto de los negocios como nutrición vegetal y químicos y está comandada por Pablo Altimiras. Ambos reportarán al gerente general, Ricardo Ramos. “En cada una de estas divisiones se integran algunas de las funciones de soporte que hoy son transversales”, se señala en la información difundida internamente en la minera no metálica.
De esta forma, “cada división pasa a contar con sus propias áreas de Personas, Asuntos Públicos, Sostenibilidad, Relaciones Comunitarias/Stakeholders, Sistemas, Legal y Control de Gestión”, sostiene el documento. Por su parte, “las áreas de finanzas corporativas, tesorería, relación con los inversionistas, contabilidad y tributaria quedarán bajo la administración de alguna de las dos divisiones antes indicadas”, dice el texto. Exploración de metálicos reportará directamente a Ricardo Ramos.
“Los cambios se implementarán de manera gradual”, señala la misiva firmada por Ramos, aunque considera un período de transición para aquellas funciones que requieren un plazo de implementación.
Las razones del cambio
Según profesionales de la compañía, el cambio se explica por dos motivos. El primero es el mayor peso que ha ido adquiriendo el negocio del litio en SQM. En 2022, ocho de cada diez dólares que recibió la minera no metálica por concepto de ingresos provino del litio.
En 2022, SQM logró los ingresos más altos de su historia, alcanzando US$ 10.711 millones, constituyéndose, gracias al litio, como el mayor contribuyente a las arcas fiscales y aportando más de US$ 5 mil millones.
Además, es en este mineral en donde están puestas las fichas de la compañía. La minera no metálica está aumentando la capacidad productiva para llegar a las 210 mil toneladas en carbonato de litio para 2023 y 100 mil toneladas de hidróxido de litio para 2025, invirtiendo más de US$ 1.500 millones en el proyecto Salar Futuro.
En paralelo, la compañía desarrolla el proyecto Mt. Holland, en Australia, junto a Wesfarmers, con el objetivo de comenzar a producir concentrado de espodumeno hacia fines de 2023 e hidróxido de litio hacia la primera mitad de 2025.
En 2022, la firma adquirió la primera planta refinadora fuera de Chile para producir hidróxido de litio en China a partir de sulfato de litio proveniente de la operación en el Salar de Atacama.
La segunda razón, señalaron conocedores del proceso, es preparar a la empresa para el acuerdo con Codelco por el contrato en el Salar de Atacama, que rige a contar del 2031. Ahí ambas mineras negocian una asociación para crear una tercera empresa para operar en la concesión de la zona y aumentar la producción del estratégico mineral, explicaron relacionados con la negociación.
La estatal Codelco pasó a tener los derechos de arrendamiento de Corfo en la zona luego que la cuprera estatal manifestara interés en este negocio. Las tratativas partieron oficialmente en mayo pasado.
Según profesionales de SQM, la división Litio y Potasio tiene menos de la mitad de la dotación propia de SQM, que llega a 7.200 personas. A ellas se suman unos 2 mil contratistas. El área Litio y Potasio tiene dos grandes emplazamientos: uno es la planta química Carmen, en Antofagasta, y el otro son las instalaciones en el Salar de Atacama.
Pacheco: 2023 tendrá la producción de cobre más baja, con 1,3 millón de toneladas
A veces tensa, a veces distendida, la presentación de Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, ante la comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja entregó luces sobre la estrategia de la cuprera estatal tanto en cobre como en litio. En el primer mineral, anticipó que este año será el de menor producción de la corporación, con solo 1,3 millón de toneladas de fino, para repuntar en 2024 por la entrada en operación de Rajo Inca, la recuperación de Ministro Hales, el rump up de los proyectos estructurales y el mejor desempeño operacional general.
Pacheco también detalló que en julio y agosto pasado se desvincularon 63 personas de la vicepresidencia de proyectos y otras 42 de la casa matriz, salidas que buscan hacer a la organización más simple, descentralizada y sin duplicaciones.
Respecto del litio, detalló que se centrarán en los salares de Maricunga, Atacama y Pedernales. En el primero de ellos, hizo ver que hay más de 40 titulares de propiedad mineras, de los cuales hay dos concesiones no metálicas del código antiguo (anteriores a 1979). “En nuestra opinión, estas concesiones no tienen derecho al litio por no ser concesible”, dijo Pacheco en relación a los proyectos de Minera Salar Blanco (Lithium Power International) y de Simco (grupo Errázuriz y fondo asiático Simbalik). Enfatizó que no es sostenible ni ambiental ni operativamente que tantas empresas tengan interés en la zona.
En el Salar de Atacama, dijo que además de la negociación con SQM, “no nos vemos haciendo otro tipo de negociaciones distintas (con otras empresas)”.