Russell Barwick, de Lithium Power International: “Estamos convencidos de que la oportunidad del litio es hoy, no en 8 o 10 años”
Minera Salar Blanco anunció que se unirá a SQM y Albemarle con un proyecto de extracción en el salar de Maricunga y reiteró su voluntad de avanzar en una alianza con el Estado.
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La apuesta del mundo por la electromovilidad está llevando a las empresas a buscar suministro de litio, por lo que Chile aparece como uno de los destinos a mirar ante las grandes reservas que posee. No obstante, mientras privados esperan definiciones del gobierno sobre la creación de una empresa estatal que explote el recurso, Minera Salar Blanco, ligada a Lithium Power International, no cesa en su intención de extraer litio desde el salar de Maricunga, por lo que la semana pasada anunció el inicio de las obras con las que busca extraer 20 mil toneladas de carbonato de litio.
En conversación con Diario Financiero, el director de la australiana, Russell Barwick, aseguró que es el proyecto más avanzado en la región.
“Como empresa australiana tenemos confianza en la institucionalidad y seguridad jurídica de Chile y en su respeto a los tratados internacionales”.
-¿Cuándo empezarán las inversiones en Chile de Minera Salar Blanco?
-El objetivo es finalizar el proceso de estructuración financiera durante el primer semestre del 2023, para lo cual se está trabajando con los principales bancos e instituciones a nivel mundial, para dar inicio inmediatamente a la construcción del proyecto, cuya inversión total en su primera etapa será de aproximadamente US$ 700 millones.
Luego de más de 7 años de desarrollo, y cerca de US$ 65 millones invertidos a través de su controlador, la empresa australiana Lithium Power International Ltd., el proyecto de Minera Salar Blanco, cuya construcción tomará aproximadamente 2 años y medio, es hoy en día el proyecto real más avanzado en Sudamérica en términos de desarrollo y se transformará, sin lugar a duda, en la tercera operación de producción de litio a nivel nacional en el corto plazo.
El objetivo es producir en una primera etapa, un promedio de 15.200 toneladas anuales de carbonato de litio de alta pureza (grado batería) y de cerca de 35.000 toneladas de cloruro de potasio por un período de 20 años, generando más de 1.200 puestos de trabajo durante el proceso de construcción y contribuyendo a que Chile siga manteniendo una posición relevante en esta industria a nivel mundial.
-¿Cómo les afecta si el Estado define a Codelco cómo única empresa que pueda explotar el Salar de Maricunga?
-Como empresa australiana tenemos confianza en la institucionalidad y seguridad jurídica de Chile y en su respeto a los tratados internacionales. La propiedad de las concesiones de Minera Salar Blanco y los derechos de las mismas han estado siempre claros para la compañía y por ende Minera Salar Blanco continuará el desarrollo de su proyecto como es su objetivo.
La compañía es titular hoy de más de 2.500 hectáreas de concesiones mineras en el Salar de Maricunga, donde ha certificado más de 3 millones de toneladas de recursos de litio bajo estándares internacionales y de los cuales cerca de un 50% provienen de concesiones constituidas previo a la declaración de no concesibilidad del litio en 1979.
Esta primera etapa del proyecto ha sido desarrollada justamente sobre dichas concesiones, siendo el mismo Estado, a través de sus instituciones específicamente establecidas para ello, quien nos ha otorgado todos los permisos (RCA y Comisión Chilena de Energía Nuclear), además de las servidumbres mineras otorgadas por los tribunales, todo ello nos ha dado la confianza para seguir avanzando e invirtiendo en el país durante estos 7 años.
Asimismo, es importante recalcar que esperamos seguir avanzando y trabajando de manera muy cercana con el Estado de Chile (ya sea a través de Codelco, Enami o el vehículo que se defina) para poder fortalecer la política de alianzas público-privadas en Chile y avanzar lo antes posible, a través de las mismas en las etapas futuras del proyecto en Maricunga.
Estamos convencidos de que la oportunidad del litio es hoy, no en 8 o 10 años más, que es lo que tomaría desarrollar y construir un nuevo proyecto. La buena noticia para Chile es que tenemos el proyecto de Minera Salar Blanco que está en dicha posición: partir en 2023.
-¿Se han acercado a Codelco para saber si quieren ser socios estratégicos de Minera Salar Blanco? Si es así, ¿qué les han dicho?
-Durante el último gobierno de la Presidenta Bachelet en 2017, cuando se definió la comisión del litio, iniciamos acercamientos tanto con Codelco, como con Enami y se les invitó directamente a participar en el proyecto de Minera Salar Blanco. Lo anterior derivó en la firma de un Memorándum de Entendimiento con Codelco a mediados de 2019, ya en el gobierno del Presidente Piñera, para conjuntamente avanzar en el proyecto, que desafortunadamente no avanzó como queríamos. Por supuesto, seguimos adelante con nuestro proyecto inicial cuya construcción iniciamos este año.
-Al Estado de Chile le interesa industrializar el litio. ¿Tienen alguna propuesta concreta en este sentido?
-Este es un punto muy relevante y compartimos plenamente la visión de las autoridades. La industria del litio está avanzando a gran velocidad y creemos que Chile tiene todas las posibilidades y recursos, tanto en capital humano como en infraestructura, para transformarse en polo de desarrollo de materiales con mayor valor agregado que sirvan a la industria de la electromovilidad. Si bien hay que aclarar que no vemos a Chile produciendo baterías en el corto o mediano plazo, sí vemos como algo muy factible, la producción de los materiales y cátodos de litio en el país como un primer paso.
Fue en esta misma línea que Minera Salar Blanco firmó un acuerdo en 2018 con la empresa china Fulin Sichuan, uno de los principales productores de materiales de cátodos en el mundo, para la construcción de la primera planta de estos elementos en Sudamérica, justamente en Chile, cuya inversión alcanzaría los US$ 250 millones. Lamentablemente, la escasez de litio no permitió seguir con dicho desarrollo, pero estamos convencidos de que es algo que puede ser una realidad en el corto plazo.