La japonesa que apuesta por la minería en medio de su difícil paso con Sierra Gorda
Sumitomo tiene 45% de la operación en Antofagasta, cuyos inicios no han sido fáciles.
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El anuncio de la canadiense Teck que dio el vamos al desarrollo del millonario proyecto minero Quebrada Blanca 2 causó sorpresa en el mercado, considerando la difícil experiencia que ha tenido su socio en tierras nacionales.
Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corp, junto a la polaca KGHM, han debido sortear diversas dificultades en la minera Sierra Gorda desde su puesta en marcha en 2014. La japonesa tiene 45% de esta operación.
En su primer año de la minera reportó pérdidas cercanas a los US$ 1.000 millones, lo que obligó a tomar acciones que permitieran reducir sus costos e incluso inyectar nuevos recursos para darle continuidad a la operación.
En febrero de 2016, luego de reconocer un deterioro contable de la minera, los ejecutivos de KGHM y Sumitomo señalaron que ambos estaban de acuerdo en hacer todos los esfuerzos para superar las dificultades que tuvieron para lograr la capacidad de diseño e independencia financiera. Sin dar mayores detalles, informaron que se pusieron de acuerdo en qué medidas tomar para manejar de forma efectiva la empresa.
Pero desde entonces el escenario sigue siendo difícil, donde el proceso ha estado marcado por el recambio de ejecutivos luego que en julio asumiera Miroslaw Kidon en reemplazo de Robert Wunder.