Uno de los mayores referentes de Wall Street, General
Electric, también sufre los rigores de la crisis. El gigante industrial ha lanzado un
'profit warning', rebajando sus previsiones de beneficios para este año.
Además, ha suspendido la recompra de acciones, para destinar los fondos a una
inyección de capital en su división financiera. Sus títulos bajan un 5%.
La oleada de inyecciones de capital continúa con la división
financiera de General Electric. Sólo que en este caso la propia 'matriz' ha
sido la encargada de esta inyección. El gigante estadounidense ha dejado claro
los motivos de esta medida: "La debilidad y la volatilidad sin precedentes"
en los mercados financieros.
Esta situación excepcional ha llevado a la empresa de tener
que revisar a la baja sus previsiones de negocio. Durante el trimestre en
curso, espera obtener un beneficio de entre 43 y 48 centavos de dólar por
acción, sensiblemente por debajo de los 50-54 centavos previstos con
anterioridad.
General Electric se ha visto obligada también a rebajar sus
perspectivas para el conjunto del año. Reconoce que "no parece probable
que las difíciles condiciones en los mercados financieros mejoren a corto
plazo". Con este panorama, sitúa entre 1,95 y 2,10 dólares por acción sus
estimaciones de beneficios para todo el año. La anterior proyección oscilaba
entre 2,20 y 2,30 dólares.
Para paliar el alcance de la crisis crediticia, y más
concretamente los ratios de endeudamiento, la compañía realizará una inyección
de capital en su división financiera. Estos fondos procederán de un recorte en
el dividendo de la 'filial' y de la suspensión del programa de recompra de
acciones propias.
Los inversores no han tardado en reaccionar a estos anuncios
de General Electric, que han puesto en peligro los avances que registraban
hasta entonces los futuros de Wall Street. En la preapertura, las acciones del
gigante estadounidense sufren pérdidas del 5%.