Francisca Orellana Lazo
Hace más de siete años que la marca cosmética inglesa de productos para el cuidado personal, Lush, pisó suelo chileno y hoy, con cuatro locales en Santiago, uno en Viña del Mar y otro en Antofagasta, Chile ya se está transformando en un actor relevante para la compañía. En septiembre pasado, y por primera vez, un equipo de la compañía visitó el país con el objeto de buscar e investigar materias primas locales que puedan servir para el desarrollo de nuevos productos. La gerenta comercial de Lush Chile, Jacqueline Varas -que junto a Marko Sarrás trajo la licencia-, explica que recorrieron distintos sectores de la capital en busca de ingredientes novedosos. Y llamaron la atención las hojas de Eucalipto y el sabor del mote con huesillos.
Se llevaron varios ingredientes para su portafolio. Los resultados están en el laboratorio y creemos que van a sacar cosas referentes a Chile, dice Varas, agregando que la firma tiene un comité de innovación que exige a todos los representantes de la marca a viajar una vez al año a Inglaterra, para participar de los procesos creativos para nuevos productos y formas de presentación. Ideas que después se prueban en laboratorio, como la jalea de alga para la ducha, por ejemplo.
Planes de crecimiento
Dentro del plan de expansión de la marca que en Chile factura cerca de US$ 2 millones, está contemplado abrir en abril próximo, en Quilicura, la primera planta de producción en Latinoamérica, que contempla una inversión de US$ 500 mil. En ella esperan producir productos que por la distancia no podían importarse, como los productos frescos. La ejecutiva explica que si la participación de mercado de Lush crece, es posible que cuenten con un departamento propio de investigación y desarrollo en Chile para la creación de productos.