Por César Iribarren
Uno de los principales problemas que sufre la industria ganadera es la mortalidad de los terneros poco después de nacer, debido a que, tras algunas semanas de vida, sufren una especie de diarrea que en la mayoría de los casos es mortal, generando pérdidas para los productores de carne bovina.
Al comprobar esta situación, un grupo de emprendedores creó Milk Keeper, un aditivo que se le incorpora a la leche con la que son alimentados los terneros durante sus primeros meses, y que reduce el índice de mortalidad porque está hecho sobre la base de “bacteriófagos, que son pequeñas partículas medioambientales que eliminan la bacteria de la leche que provoca esta diarrea”, explica Hans Pieringer (25), ingeniero en Biotecnología y uno de los creadores del alimento junto a sus socios Diego Belmar y Nicolás Ferreira, también de la misma profesión.
Pieringer acota que la mortalidad de estos animales, derivada de este desorden
gastrointestinal, es del 15% y que por cada ternero que muere, un ganadero pierde alrededor de US$ 300.
Meal Keeper se lanzó el 15 de noviembre y se venderá directamente a las empresas ganaderas. De hecho, ya están en proceso para cerrar contratos con algunos productores.
“El envase es de 500 gramos, con un costo aproximado de $ 60 por ternero, ya que sólo basta una cucharada del producto por cada 20 litros de leche”, detalla.
El aditivo se elaboró en un laboratorio de Phage Technologies, una pequeña empresa formada por un grupo de emprendedores que se dedica especialmente a la producción de alimentos para animales, utilizando tecnologías basadas en bacteriófagos.
Su metodología de trabajo se basa en evaluar diferentes puntos en conjunto con sus clientes, incluyendo la identificación de las posibles bacterias que afecten sus procesos de producción de alimentos.