Por Francisca Orellana y
Alejandra Rivera
“La minería está siendo muy exitosa, pero enfrenta muchas amenazas en términos de costos, no sólo de energía y precios sino también laborales, regulaciones de tipo ambiental y la baja en la ley del mineral. Y ahí surge el problema de cómo hacer todo a precios y costos que no se disparen y pueda seguir siendo rentable o factible para, además, poder realizar los nuevos proyectos”, explica el presidente de Fundación Chile, Álvaro Fischer, a la hora de analizar el escenario actual que enfrenta la principal industria y motor de la economía chilena.
Para ello, acota que la única manera de afrontar estas “amenazas” es aumentando la productividad del sector. “Hay que hacer innovaciones tecnológicas que permitan trabajar a precios razonables, y eso significa procesos más automatizados y tecnologías distintas, donde los proveedores tienen que ser capaces de realizarlo. Y si lo hacen, las pueden replicar en otras partes del mundo y hacia otros sectores. Desde el punto de vista país, se podrá generar un polo de desarrollo y de la actividad. El gran fuerte de la innovación viene de la mano de los proveedores más que de las mineras”, señala el ejecutivo de la entidad, que el viernes pasado presentó el estudio “Caracterización de Empresas Proveedoras de Minería”, que da cuenta que éstas captan el 10% de la fuerza laboral o que poseen una alta profesionalización respecto de proveedores de otras industrias.
- ¿En qué etapa de profesionalización están los proveedores?
- Hay una dispersión amplia de categorías entre quienes son empresas grandes y establecidas hasta las muy pequeñas, específicas y locales. Pero por otro lado, la minería está estableciendo requerimientos y estándares cada vez más elevados a las empresas proveedoras, lo que las ha obligado a profesionalizarse. Dentro de ellos, los rubros más avanzados son las de ingeniería y consultoría, mientras que las de apoyo (aseo y alimentación) tienen un nivel menor, aunque superior al de otras industrias.
- La minería es uno de los sectores que menos invierte en investigación y desarrollo. De hecho, representa sólo el 4,9% del gasto total de las empresas nacionales. ¿Por qué no hay interés?
- Las mineras están orientadas a producir y procesar mineral y su objetivo en ser eficientes en costo. Y eso se traduce en que están poco orientadas a la innovación porque tienen rutinas que, si se cambian o se equivocan, tiene un costo tremendo. De ahí que son adversas al riesgo, lo que no es malo per se. Sin embargo, el desafío es que tienen que introducir innovación para resolver sus problemas, como trabajar con rocas de mayor dureza o profundidades mayores.
- Entonces, ¿estamos ante un problema de marca mayor?
- Es un problema sistémico, porque no se resuelve sólo con la interacción entre el proveedor y la minera, porque el proveedor hace su trabajo y en paralelo, tiene que buscar innovación. Y si una firma nueva llega con una innovación, no es fácil que ingrese porque en la minera hay reticencia a probar cosas nuevas. Por eso hay que incorporar al ecosistema nacional a este proceso (universidades, centros de excelencia, Corfo o Conicyt, etc.), que esté motivado por trabajar por el premio de lograr empresas de tamaño mundial.
Las mineras ya detectaron esta necesidad y surgió el programa de Proveedores de Clase Mundial, con el objetivo de darle algún tipo de formalidad a la demanda, donde cada cual levanta sus desafíos y los pone a disposición de los proveedores para que propongan soluciones.
Masificación de proveedores
- El estudio que presentaron señala que pocos proveedores cumplen el estándar de clase mundial. ¿Es
preocupante considerando los más de US$ 100.000 millones de inversiones de aquí a 2020?
- Es preocupante en el sentido de que uno esperaría que hubiesen más proveedores para salir afuera, pero también hemos detectado que hay una relación de mucha verticalidad jerárquica entre minera y proveedor que no colabora mucho a la innovación o al esfuerzo para desarrollar nuevos productos. Debe haber una mayor horizontabilidad porque así surgen mejor las nuevas ideas, la capacidad para aplicarlas o encontrar soluciones. Por eso Fundación Chile ha ayudado a articular esos dos mundos.
- La escasez de capital humano. que aqueja al sector ¿puede afectar las inversiones proyectadas?
- No, las inversiones se van a ver afectadas si no hay energía o si el precio del cobre cae. La falta de personal puede ser un problema, el costo laboral impacta harto, pero las mineras ya se pusieron de acuerdo en una estrategia para generar capital humano.
Compra de firma a Codelco
Para 2013, Fundación Chile pondrá foco en temas específicos como la astronomía y la energía solar y dará un mayor impulso al área de Tecnologías de la Información de la entidad, sobre todo para la industria de recursos naturales. Están próximos a cerrar la compra de la firma tecnológica Micomo, de propiedad de Codelco y la japonesa NTT. “Es difícil que las empresas grandes puedan administrar embriones chicos en su interior, se produjo la oportunidad y la estamos tomando”, explica Fischer.
- ¿En qué etapa de negociaciones están?
- Estamos completando el proceso de adquisición, y vamos a continuar con la asociación con NTT para introducir tecnologías en la minería. Incluso, podría transformarse en un proveedor de clase mundial.
- ¿Qué expectativas de desarrollo tienen con esta empresa?
- Lo interesante es que Micomo tiene la capacidad para hacer monitoreo ambiental y hacer predicciones del movimiento de contaminantes en el aire, tiene tecnologías que permiten medir los desplazamientos de roca en túneles o excavaciones mineras y queremos ver en el futuro con NTT el tema de monitoreo de gases en gasoductos grandes o de ciudades. Y estamos mirando otras iniciativas para los próximos cincos años, ya sea para desarrollarlos con NTT o eventualmente con Toyota.
- ¿Y con qué otros temas potenciarán el área de tecnologías de la información?
- Con astronomía, porque es creadora de una ecología pro desarrollo que yo llamo “Misti”, porque involucra matemáticas, ingeniería, software, tecnología, industria y ciencia. Dos tercios de la captura de datos astronómicos se desarrolla en Chile y tenemos una oportunidad histórica de acá en adelante. Por eso es que estamos tan interesados en ello y queremos ver de qué manera podemos implementar o materializar esta actividad.
- ¿Pero ya tienen algún proyecto o programa concreto en esa área?
- Hay que conectar (a los grupos de investigación o trabajos en el área con los observatorios). Se requieren software, almacenajes, por ejemplo, que no están bien resueltos en el mundo todavía. Y esas capacidades que se están desarrollando en el país en torno a este tema, en algún momento van a tener que empaquetarse en empresas proveedoras.
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