Entre fines de septiembre y principios de octubre comenzará a operar el primer centro de cultivo de almejas del país. Una iniciativa público-privada que funcionará en el área de manejo de la Caleta de Pescadores Artesanales de Anahuac, en Puerto Montt y que tiene su génesis en dos proyectos liderados por la Estación Experimental Quillaipe de Fundación Chile (FCh).
El primero de ellos, de repoblamiento de almejas, concluyó el año pasado y cimentó las bases para cultivar estos moluscos, aprovechando las capacidades humanas y de infraestructura adquiridas.
“Contamos con un hatchery (criadero) que resolvió las brechas que existían en el país en torno a la producción de semillas de esta especie. Antes, en el cultivo de almejas había un alto nivel de incertidumbre respecto del número que se podía producir y las fechas en que estarían disponibles. Hoy estamos en condiciones de producir 60 millones de semillas anuales”, destaca Juan Carlos Sánchez, jefe de Desarrollo de Quillaipe.
Explica que si bien esto serviría para abastecer al mercado local, su foco está en el internacional, dado que es el mayor demandante.
“De 7.000 a 9.000 toneladas de almejas que se extraen, sobre el 90% van a Europa, a España principalmente. El negocio interno se queda con menos de 10%”, precisa.
Hoy están gestionando los permisos de acuicultura con la Subsecretaría de Pesca y están produciendo las semillas de almejas y de ostras, que luego se sembrarán en el centro de cultivo. Este último está en la fase final del proceso de implementación, la que se financió con aportes del Gobierno Regional de Los Lagos y de FCh por $ 4 millones, además del apoyo del Sindicato de Pescadores de Anahuac y la Universidad Santo Tomás. A su vez, la pesquera española Trans Antartic -que facilitó su centro de choritos para el cultivo de las almejas- aportará con la seguridad.
Sánchez indica que el centro podría adoptar el policultivo, permitiéndoles a los pescadores “tener un juego de mangas más amplio para cosechar, dependiendo de los precios de los productos y sacarlos en el minuto que estén más caros en el mercado. Detrás también está nuestra intención de trabajar con ellos en desarrollos con valor agregado: almejas y ostras en conservas o ahumadas para capturar el mismo nivel de recursos, cosechando menos. La Caleta de Anahuac tiene una planta de procesos construida con fondos públicos y que se está poniendo en marcha. La idea es que las mujeres del sindicato desarrollen nuevos productos”, explica.
El experto señala que han apuntado a desarrollar el cultivo de almejas íntegro en el mar, en una columna de agua y no en la arena, como se realiza en otros países, debido al riesgo de pérdidas que implica: depredadores, corriente o que ellas mismas se desplacen fuera del radio de trabajo.
Para Sánchez la iniciativa tendría un gran impacto en el desarrollo económico de la región, dado que el centro produciría al menos dos mil toneladas de almejas anuales a partir de 2020 con miras a la exportación, es decir, alrededor de $ 900 millones en materias primas.
Alianza con privados
El proyecto de cultivo de almejas fue financiado por un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), por $ 100 millones para dos años y por Trans Antartic - que comercializa conservas en Chile bajo la marca Robinson Crusoe-, con $ 20 millones. Esta última, dice Sánchez, está muy interesada en la producción de estos moluscos, debido al desabastecimiento.
Impulsados por los buenos resultados obtenidos, el centro Quillaipe de FCh comenzó este año a trabajar en el cultivo de machas (con recursos propios). “Sin duda, la especie más apetecida de Chile en los mercados internacionales”, destaca Sánchez, aunque como existe poca investigación sobre ella, se desconoce si podrá crecer en el mismo tiempo que la almeja, que tarda entre dos años y medio a tres en desarrollarse hasta la talla de 3,5 centímetros, requerida en el extranjero.