Desde que comenzó a trabajar en robótica -hace unos 10 años- Rodrigo Quevedo, presidente de Achiro (Asociación Chilena de Robótica) y fundador de Rotatecno, sentía que era necesario tener un lugar físico para desarrollar esta industria en Chile. No estaba equivocado, ya que, tras la inauguración del espacio Robotics Lab SCL -el 7 de julio-, comenzaron inmediatamente las conversaciones para un segundo laboratorio, e incluso, un tercero, probando que existe interés en el área.
El espacio, además de albergar a su firma Mentor Labs, busca ser el primer hub de robótica en nuestro país y trabajar en investigación, integración y prototipado de soluciones tecnológicas robóticas.
Es un lugar abierto a la comunidad y se espera apoyar a proyectos externos, acercar la robótica a las personas y dar un espacio de reunión a los socios de Achiro.
Para esta tarea, el recinto, ubicado al interior del espacio iF Blanco, en la comuna de Recoleta, dispone de 200 m2 con estaciones de trabajo y equipos como impresoras y cortadoras láser, entre otros.
Las tecnologías con las que se trabajará abarcan robótica, mecánica, electrónica, programación, diseño, Internet de las Cosas, interface hombre-máquina, interface cerebro-computadora, procesamiento de imágenes, hologramas y realidad aumentada. Esto, con foco en soluciones que mejoren la competitividad del país en el ámbito industrial o que estén al servicio de las personas.
Pese a que el lugar significa un gran avance, Quevedo enfatiza que debe ser visto como el principio de un desarrollo mayor. “Robotics Lab SCL es un ´desde´, y hoy es el primer laboratorio donde está todo integrado, pero es un inicio, un laboratorio equipado a full de robótica es mucho más que esto y Chile no lo tiene. Este es el principio”.
El montaje completo de ´la casa de los ñoños´, - como le gusta denominarla-, significó una inversión cercana a los US$ 200 mil, proveniente de un préstamo de un familiar. En la etapa previa al lanzamiento, se trabajó en 14 prototipos.
El mayor impacto del centro será aumentar la velocidad con que se concretan los desarrollos.
“Antes me demoraba seis meses en un proyecto y ahora me estoy demorando 10 días en el mismo robot, sólo por tener una capacidad instalada”, explica Quevedo.
En la actualidad la mayoría de las grandes firmas buscan en la robótica una respuesta a problemas que son dolores de cabeza, muchas veces antiguos, señala, esto porque veían alejada la posibilidad de que la robótica “made in Chile” fuera una solución. “Ahora cuando ven el laboratorio se convencen y piensan ´si pueden hacer esto, cómo no van a poder brindarnos una solución´ y es una realidad, podemos hacerlo hace aproximadamente tres años, sólo que el espacio físico marca una diferencia ”, afirma Quevedo.
Planes 2016
Para lo que resta del año, los desafíos de Robotics Lab están enfocados en crear la versión beta de Over Mind -invento que mediante un software y neurosensores entrega mayor movilidad a personas en silla de ruedas- para que pueda ser utilizada por tres pacientes en septiembre de este año.
Por otra parte, espera iniciar -a partir de noviembre- la etapa de empaquetamiento de los prototipos que ha construido hasta hoy, entre ellos, Over Mind, Over Mind Domótica -para activar aparatos electrónicos- y un robot popular de $ 10.000 para uso educativo.
Para lograr la sostenibilidad del laboratorio, está postulando a fondos Corfo y avanzando en conversaciones con inversionistas chilenos quienes se han interesado en sus soluciones.