Chile fue el primer país de Latinoamérica en incorporar vacunas contra el Covid-19 de tipo bivalente –cuya fórmula incluye a la cepa original y la variante Ómicron-, al Plan Nacional de Inmunización en octubre pasado, sentando las bases de la estrategia para la actual fase de la pandemia que apunta a realizar campañas anuales permanentes con una efectividad basada en parte importante sobre esa tecnología que ofrece una mayor capacidad de protección por un tiempo más largo.
Para este efecto, el Ministerio de Salud negoció contratos con los laboratorios que han desarrollado vacunas a partir de la plataforma de ARN mensajero como es el caso de Pfizer/BioNTech, que al entregar las primeras partidas del tipo bivalente posibilitó el inicio del calendario de inmunización anual a adultos mayores en los últimos meses de 2022. Así, Pfizer mantuvo su activa presencia en Chile, donde representó el 64% de los 20 millones de dosis contra el coronavirus recibidas el año pasado.
“Como todos los países, Chile enfrenta una baja en la cobertura y la adherencia al refuerzo con vacuna bivalente es un poco más lenta. Por eso, es necesario informar correctamente a la población y seguir vigilando con testeos”.
Julia Spinardi, Directora de Asuntos Científicos y Médicos para la Región en Pfizer.
No obstante, las vacunas bivalentes aún son escasas en el mundo, por lo cual su suministro y disponibilidad es tema de preocupación para todos los gobiernos incluido el chileno, que en 2022 cerró acuerdos para un total de cinco millones de dosis.
“La logística siempre ha sido muy importante, como quedó claro durante el Covid donde habitualmente tuvimos un 100% de entregas dentro de los plazos. Tenemos tecnología y capacidad de manufactura robustas para adelantarnos a las necesidades de disponibilidad de vacuna, dentro de procesos de aprobación que dependen de las autoridades regulatorias. Como empresa, estamos preparados para atender a esas necesidades y seguir nuestra distribución, según los acuerdos con cada país”, indica la dra. Julia Spinardi, directora de Asuntos Científicos y Médicos para la Región de Pfizer.
Explica que mientras en el ámbito científico la compañía “sigue comprometida en la observación del virus y la efectividad de su vacuna”, en paralelo está abierta a “discutir aprobaciones reguladoras que atiendan la necesidad de tener una nueva vacuna, si ese fuera el caso, o una disponibilidad mayor de ellas frente a una nueva ola”.
-¿Cuáles son las últimas datos de efectividad de la vacuna bivalente?
- Los estudios clínicos que empezaron al año pasado, mostraron un perfil de inmunogenicidad (capacidad de producción de anticuerpos) muy buena para las variantes de Ómicron BA.4 y BA.5. Y más recientemente –como fue publicado en la reunión de la FDA de enero pasado-, mostraron también una habilidad muy importantes para incrementar las tasas de anticuerpos neutralizantes contra otras subvariantes: la XBB y la BQ, las más prevalentes desde punto de vista de la circulación global. Estos datos sobre la capacidad de protección de las vacunas bivalentes se tornan muy importante cuando vemos que la población no está tan preocupada en mantener su vacunación.
-¿Cómo evalúa el estancamiento del ritmo de vacunación en el país?
-Chile ha sido ejemplar desde el punto de vista de su programa de vacunación, con una gran cobertura en sus esquemas primarios e implementó boosters (refuerzos) muy rápidamente. Pero como todos los países, enfrenta una baja en la cobertura y la adherencia al refuerzo con vacuna bivalente es un poco más lenta en la relación a la del primer booster, ya sea por fatiga de la población, falta de información o porque las personas no siguen pendientes del riesgo relacionado a la enfermedad. Por eso es necesario informar correctamente a la población y seguir vigilando con testeos para entender lo que está circulando en la comunidad.
-El Ministerio de Salud evalúa un plan de vacunación anual contra el Covid similar al de otras enfermedades respiratorias ¿es la estrategia correcta?
-Esa decisión compete a las autoridades, mirando el comportamiento del virus para determinar si es o no la hora de modificar la vacuna y en qué momento es mejor aplicarla. Existe la idea de que en las temporadas de invierno cuando otras enfermedades respiratorias son muy frecuentes -como neumonías, influenza o virus sincicial- se ayuda al sistema de salud si se puede prevenir el Covid de algún modo. Pero en muchos países esa percepción del Covid como algo estacional no está clara, ya que se ha observado circulación todo el año en olas anteriores y con peaks en verano. Como compañía estamos dispuestos a atender a las necesidades locales de entidades reguladoras y gobiernos, pero como comunidad científica necesitamos observar un poco más, y quizás empezar la estrategia antes de tener todas las respuestas.
La vacuna combinada
-¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de Pfizer en Covid y enfermedades respiratorias?
-Seguimos evaluando una ampliación de la vacuna bivalente como una posibilidad en el esquema primario, Y, a futuro, también podemos ver la posibilidad de explorar más el potencial inmenso de la plataforma de ARN mensajero con, por ejemplo, las vacunas combinadas. El año pasado anunciamos nuestros estudios, algunos muy preliminares, para evaluar una vacuna combinada de Covid con influenza, que puede facilitar mucho la cobertura de vacunación, ya que de una vez se puede proteger al paciente contra más de una enfermedad.
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