Pese a reapertura de la industria, Enjoy y Dreams siguen con pérdidas a septiembre
Operación intermitente de las salas de juego destaca como un denominador común de este retroceso.
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Poco a poco los operadores de casinos han ido retomando sus funciones a raíz de los efectos de la crisis sanitaria. Sin embargo, la realidad que se vive hoy al interior de las plazas sigue siendo diferente a la que existía antes de la pandemia debido a las restricciones de aforo.
Los dos principales actores de la industria -Enjoy y Dreams, que están en conversaciones para una posible fusión- reportaron pérdidas en los primeros nueve meses del año, aunque las disminuyeron frente al mismo periodo del año anterior.
Según informó Enjoy, entre enero y septiembre alcanzó pérdidas de $ 65.345 millones, cifra inferior a los $ 107.144 millones del mismo lapso del año pasado.
Según detalló, esto se entendió principalmente por el cierre de las operaciones, y debido a que en el 2020 se reconoció un ajuste contable por deterioro de activos de las unidades de negocio de Punta del Este, Rinconada, Mendoza y Chiloé de $ 66.302 millones neto de impuestos a la renta.
Por su parte, Dreams informó que tuvo pérdidas a septiembre de $ 15.236 millones, con una baja de 54%.
“Esta situación se ha generado como resultado de la interrupción intermitente del funcionamiento de sus casinos, hoteles y servicios anexos a partir del mes de marzo del 2020 debido a una serie de medidas adoptadas por los organismos de salud de cada país donde opera el grupo, para mitigar los efectos de la pandemia asociada al coronavirus”, dijo la firma la ligada a los hermanos Fischer.
En el caso de Dreams, a diferencia de Enjoy, la empresa sí logró alcanzar utilidades en el tercer trimestre, que fueron de $ 6.273 millones.
En materia de ventas, Dreams obtuvo ingresos consolidados de $75.797 millones, ccon un alza de 51%.
Enjoy, en tanto, informó ingresos por $ 60.962 millones, con una baja de 26,08%.
Según detalló la firma, esto fue generado “por el cierre de las operaciones de casinos de juego, hoteles, restaurantes y centro de eventos, establecida por la autoridad sanitaria y por el ente regulador, tanto en Chile como en Uruguay, que si bien es cierto se ha podido operar en Chile durante el tercer trimestre del año, las restricciones de aforo y horario han afectado flujo de clientes, con impactos en ingresos por mesas de juegos y hospitality”.