Gremio automotor presenta propuesta al gobierno para impedir que privados manejen etiquetado de seguridad
El MTT busca implementar un nuevo sistema de rotulación junto a empresa de testeo internacional para mejorar la información de usuarios. Sin embargo, el secretario general de Anac, Diego Mendoza, aseguró que su propuesta es “mucho más completa que cualquier programa de NCAP en el mundo”.
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Hace un mes el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) envío a Contraloría un decreto para implementar un nuevo sistema de rotulación de etiquetado de seguridad en los autos nuevos, que contiene una calificación mediante estrellas de cara al consumidor contratando para ello a la empresa LatinNCAP.
La compañía se dedica a simular choques en los automóviles y testear el desempeño de los modelos, un objetivo que a ojos de la autoridad va en línea para “mejorar” la información que reciben los usuarios al realizar sus compras de vehículos.
“Testean a su gusto los autos, con una bajísima participación y representatividad para nuestro mercado chileno”.
Tras escuchar la noticia, el secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), Diego Mendoza, se opuso a la propuesta. A su juicio, el sistema es todo lo contrario: “desinforma” y es “discriminatorio” entre las marcas.
El problema, dijo el dirigente, es que “testean a su gusto los autos, con una bajísima participación y representatividad para nuestro mercado chileno, incumpliendo con el objetivo del Gobierno que es ofrecer mejor información al consumidor, sin distinción de marca”.
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La aplicación
Diego Mendoza propone no continuar con el fichaje de LatinNCAP, por lo que entregó al ministro Juan Carlos Muñoz una nueva alternativa: crear una plataforma manejada por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) que integre un glosario con la explicación sobre la tecnología automotor.
“Nuestra propuesta al MTT, atendido que ellos han estimado una baja información al consumidor sobre el desempeño y utilidad de estos nuevos componentes de seguridad, consiste en hacer una recolección de las normativas internacionales y bajarlas a un nivel comprensible para los consumidores en Chile”, apuntó Mendoza.
Según el secretario ejecutivo de la Anac, esto abarca todas las marcas que la industria vende, a diferencia de la propuesta de control de etiquetado de LatinNCAP que “ha sido defendida por el Ministerio y que se ha señalado, utiliza métodos arbitrarios, poco transparentes y elaborados según el parecer de dicha entidad privada sin chequear sus pautas con las prácticas internacionales de los distintos entes gubernamentales que existen en el mundo”.
De hecho, Mendoza puso énfasis en que la alternativa de Anac es “mucho más completa que cualquier programa de NCAP en el mundo”, dado que sería algo universal para los automóviles, SUV, camionetas pick up medianas y vehículos comerciales, y no discriminaría a las marcas de ningún tipo.
Además, la aplicación podría ser escalable a nuevos segmentos de vehículos que no están incorporados en el sistema de LatinNCAP, contó Mendoza, como los eléctricos.
La oposición de los gremios de Ecuador y Colombia
El aterrizaje de NCAP a Chile llegó a oídos de los gremios automotores de Ecuador y Colombia, quienes enviaron una misiva a Contraloría General de la República para alertar sobre la compañía.
El interés en meterse a la discusión radica en que las normas fijadas en Santiago son analizadas en sus países de origen, ya que Chile es el mercado con mayor estándar de seguridad técnica en Latinoamérica.
El director Ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana, David Molina, explicó que “levanta gran preocupación a nuestros agremiados por el efecto que puede tener en las potenciales exportaciones que se podrían ver obstaculizadas por los cambios en la norma”.
Respaldando la visión de Anac, Molina contó que los procesos para evaluar el desempeño de Latin NCAP son el testeo a autos de altos volúmenes de ventas en países como Estados Unidos, situación que no siempre calza con los vehículos más vendidos en Latinoamérica.
“Si se selecciona un vehículo con el equipamiento básico de un mercado que no esté disponible en otro mercado, puede generar una falsa información hacia el cliente que opte por la compra del vehículo más equipado, ya que la evaluación de ese auto no estará disponible”, aseguró en la carta.
Su par de la Cámara de la Industria Automotriz Colombiana, María Juliana Rico, sumó a este diagnóstico los problemas de dejar autos fuera del testeo. “Los vehículos que no estén evaluados por Latin NCAP se verían en desventaja o impactados negativamente. Esta condición establece un patrón de comparación el cual desprestigia a los productos no evaluados, los cuales incluso pueden ser mucho más seguros que los evaluados”.
De hecho, reiteró que por lo mismo México, Brasil y Colombia, en discusiones recientes rechazaron la puntuación del programa NCAP, porque “distorsiona” la política regulatoria actual.