Tras varios retrasos, finalmente el consultor a cargo del Estudio de Expansión Troncal (ETT), que define el crecimiento que tendrán los principales sistemas eléctricos del país, terminó su trabajo y zanjó su recomendación para la autoridad respecto de la alternativa para reforzar el tránsito de energía en la capital.
La determinación fue que es necesario construir una nueva línea troncal, de la máxima capacidad disponible (500 kV), que cruce la ciudad por la zona oriente, uniendo las subestaciones Polpaico, por el norte, y Alto Jahuel, por el sur, pasando por la subestación Los Almendros, ubicada en la comuna de Las Condes.
En su cuarto informe, el definitivo, que aún debe ser revisado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) y podría ser impugnado ante el Panel de Expertos, el consorcio Mercados Interconectados (KAS ingeniería y las consultoras AF Mercados y Sigla) señala que la opción escogida tendrá un menor costo, aunque también se deben realizar análisis más profundos respecto del tema ambiental.
El tendido planteado podría transportar más de 1.000 MW, considera una extensión de 107 kilómetros y le fue estimada una inversión de US$ 140 millones. Aunque el consorcio no precisa el trazado, en alguna medida éste podría pasar por comunas de la precordillera, como Lo Barnechea, Las Condes, La Reina, Peñalolén o Pirque.
Por su tamaño, y la complejidad del proyecto, en el sector eléctrico adelantan que habrá oposición de las comunidades y también de los alcaldes, por la influencia que éste pudiera tener respecto de zonas urbanas y otras protegidas.
Demanda creciente
La construcción de esta línea apunta a afrontar el incremento de la demanda en la Región Metropolitana y reforzar el sistema de transporte eléctrico.
El consultor explica que hacia 2020 habrá una saturación en ésta área, y que en los primeros años de la próxima década los usuarios tendrán que pagar costos adicionales de unos US$ 24 millones anuales solo por este concepto.
Las restricciones en transmisión se harán más evidentes una vez que entren en operación las líneas que se construyen hacia el norte y sur de Santiago, lo que implicaría que, según han señalado expertos, a fines de la década se produzca un efecto "isla" que deje al mayor punto de consumo del país con precios mayores por la falta de infraestructura.
El consultor plantea que para que la obra entre en los plazos óptimos, la autoridad debería firmar el decreto autorizando su licitación este año, luego de lo cual la construcción demoraría unos 60 meses (5 años).
Interconexión
Respecto de la interconexión de los sistemas interconectados Central (SIC) y del Norte Grande (SING), el consultor propuso como escenario base la línea que E-CL impulsa para unir las subestaciones Mejillones y Cardones.
El tendido, que costaría unos US$ 700 millones, podría entrar en operaciones a mediados de 2017, cumpliendo así la aspiración del gobierno respecto de adelantar la entrada de este tipo de infraestructura.
En este contexto, la nueva línea troncal en Santiago se requeriría en 2029.
Otro escenario considerado es una interconexión con Perú, operativa en 2024.
Ayer, el ministro de energía, Máximo Pacheco, dijo que las conclusiones del estudio encargado a la canadiense Manitoba Hydro Internacional respecto de esta unión se darán a conocer la próxima semana.
Pacheco descarta impacto en licitación por recurso
El recurso de protección por su exclusión de la última licitación de suministro eléctrico, que presentó AELA Negrete, cuyo gerente general es el ex subsecretario de Energía de Piñera, Sergio Del Campo, no retrasaría la firma de los contratos entre generadoras y distribuidoras.
Así lo señaló el ministro de Energía, Máximo Pacheco, quien dijo que el proceso estuvo en regla.
"No hay ningún peligro, ni ninguna posibilidad de que la licitación que fue adjudicada no se ejecute. Lo que hay es el derecho que tiene cualquier chileno, en un Estado de derecho, a presentar recursos ante la Justicia, pero eso en nada compromete el éxito que tuvimos en la licitación y el avance en su ejecución", dijo el ministro de Energía.
Hace dos semanas, AELA Negrete, controlada en un 60% por el fondo de inversiones inglés Actis y en 40% por la irlandesa Mainstream Renewable Power, impugnó el resultado de la subasta, señalando que su exclusión por un error administrativo en la identificación de la firma sobrepasaba las atribuciones de los encargados del proceso.
Asimismo, indicó que esto afectaba el desarrollo de la firma, que tiene en carpeta proyectos por unos US$ 860 millones.
El titular de Energía sostuvo que la autoridad está preparando las bases de una nueva licitación, las que se entregarán en marzo, para iniciar el proceso que tendrá su adjudicación en 2016.
Respecto del estudio para identificar las seis cuencas a lo largo del país que tienen mayor potencial para el desarrollo de centrales hidroeléctricas y su viabilidad medioambiental, el ministro señaló que los primeros resultados se conocerán a fines de marzo o principios de abril próximos.
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