En términos de volumen de energía fue similar al proceso recientemente adjudicado, con 10.768,8 GWh ofertados, pero medida en precios, la licitación de suministro eléctrico de diciembre de 2014 es catalogada por la industria como “una de las últimas con niveles atractivos”.
Con un promedio de US$ 103 por MWh, un piso de US$ 70 y un tope que roza los US$ 120 por MWh, los contratos suscritos por generadoras en esa subasta son considerados como el refugio que podrían buscar las empresas que la semana pasada se quedaron fuera del proceso.
Esa subasta fue la primera que consideró el concepto de bloques horarios, modificación que permitió la inclusión de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) y al mismo tiempo despertó el escepticismo respecto de la viabilidad de algunos de esos proponentes.
Lo cierto es que el tiempo ha dado la razón. Los contratos adjudicados en ese proceso abrieron el apetito y siguen concitando el interés de los denominados incumbentes y también de nuevos actores, dando pie a un verdadero mercado secundario que, estiman expertos del sector, seguirá creciendo pese a los mayores resguardos adoptados por la autoridad en procesos posteriores con el objeto de evitar la especulación detrás de estas subastas.
Siete de los trece oferentes que ganaron bloques a fines de 2014 ha realizado, está haciendo o se apresta a realizar algún tipo de transacción, apoyados en el valor que les agrega contar con un cada vez más deseado PPA a precios que aseguran ganancia con casi cualquier tecnología.
Traspaso de obligaciones
Traspasar contratos y proyectos en operaciones como la que hace unos meses concretó la estadounidense Sunedison, que en medio de su crisis de insolvencia entregó a Colbún todos los bloques que se ganó en la subasta a un precio promedio de US$ 87 por MWh (ver gráfico).
Conocedores del sistema de licitaciones explican que el mecanismo establece que cada empresa que se adjudica energía firma un contrato por cada bloque donde su oferta resultó ganadora. A su vez, este convenio se suscribe con cada una de las distribuidoras, con lo cual las opciones de comercialización se multiplican.
Esta fórmula de traspaso, posteriormente fue replicado por la española Abengoa, que también al borde de la quiebra, le entregó a la noruega Statkraft parte de los volúmenes que captó en la subasta (ver nota relacionada), traspasando una de las tres sociedades con las que la europea se hizo presente en el concurso. Pero no es la única opción comercial que se ha estado usando.
LAP en venta
Un ejemplo es el de la brasileña LAP, que superado el impasse del fallido intento de compra por parte de Sunedison, por estos días está en la fase inicial de un proceso de venta, comentan en el mercado.
Aunque consultada la firma creada por el empresario Roberto Sahade y donde BTG Pactual participa a través de su fondo Infraestrutura II, declinaron hacer comentarios, las fuentes explican que los accionistas vieron atractivo en la posibilidad de hacer mayor ganancia saliendo ahora.
La fórmula tras la enajenación es que apoyados en un mix de generación equilibrado, que considera activos hidroeléctricos (centrales de pasada) y renovables (eólicos) ya en operación, están en condiciones de servir los contratos que se adjudicaron a través de tres proponentes y con precios que van entre los US$ 101 y los US$ 113 por MWh, para contratos rigen desde enero del próximo año.
La alemana Juwi, que en la subasta de diciembre de 2014 -que se convocó en un segundo llamado-, participó a través de la sociedad SPV P4, es un ejemplo de lo que en el mercado llaman “la larga lista de empresas extranjeras que llegan a Chile creyendo que concretar proyectos es algo muy sencillo y finalmente terminan abandonando el país”.
La empresa germana, que se adjudicó un volumen menor de la energía disponible, a fines del año pasado le vendió la sociedad oferente a Sonnedix, un productor independiente de energía renovable, ligado a un grupo de inversionistas y a JP Morgan Asset Management, que a través de esa operación se hizo de los proyectos y las obligaciones de suministro adjudicadas a casi US$ 100 por MWh. El plan de los nuevos dueños es desarrollar sólo una de las cuatro plantas solares fotovoltaicas que Juwi asoció a su propuesta en la licitación.
Dado que con esa planta no logran cubrir la totalidad de la energía que tienen contratada y cuyo suministro comenzó en enero de este año, están comprando energía en el mercado spot y recientemente compraron otro proyecto solar, denominado Santa Julia, ubicado en Petorca.
De esta forma, hoy sólo E-CL, Acciona, Biobíogenera (central El Campesino) y AME, ligada a los gestores de Biobiogenera, cuyo proyecto solar comenzará su construcción en las próximas semanas, así como la sociedad entre Antuko y un fondo del Bci a 15 años plazo, y otro proponente ligado a un fondo de inversiones en ERNC administrado por MBI Inversiones, se mantienen vigentes con los contratos adjudicados en esa licitación.
Abengoa negocia traspasar el 100% de millonario proyecto en Atacama
Los planes de viabilidad de la española Abengoa, que la semana pasada alcanzó un acuerdo con sus acreedores para evitar la insolvencia, no consideran a Chile.
Al traspaso de alguno de los contratos adjudicados en la licitación de suministro de diciembre de 2014, por estos días se suman las negociaciones que la hispana sostiene con el fondo estadounidense EIG Global Energy Partners para completar el traspaso del mayor proyecto que tienen en el país, la planta de concentración solar Atacama I, que involucra más de US$ 1.000 millones de inversión.
En marzo de 2015 en el marco de una operación que involucró otros activos de la europea en desarrollo, la norteamericana se hizo con el control (55%) de este proyecto cuyo desarrollo fue ralentizado en medio de los problemas financieros que enfrenta Abengoa. El acuerdo original, que también incluye la segunda fase de esta planta, la que actualmente está suspendida, considera una cláusula de compra progresiva, la que -comentan conocedores- está ahora en discusión.
Esta negociación se da en paralelo al traspaso de parte de los contratos adjudicados por la española. A la operación realizada con Solarpack, que involucra un contrato adjudicado en la licitación de octubre del año pasado, se suma la compra por parte de la noruega Statkraft de una de las sociedades con que Abengoa se presentó a la licitación de diciembre de 2014. En los registros de ese proceso, la oferta de la europea con un precio de US$ 114,821 por MWh, el segundo más alto adjudicado, corrió por parte de Abengoa Chile S.A, Abengoa Solar S.A y Abengoa Solar Chile Spa.
El volumen contratado es similar al que en el reciente proceso se adjudicó la también hispana Gas Natural Fenosa, a través de GPG, claro que a un precio mucho menor de US$ 47 por MWh.
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