Ingenieros de la UC crean sistema que monitorea crecidas y aluviones con IoT
La tecnología está operando en la Quebrada de Ramón y fue exportada a Italia, donde exploran su aplicación en generación hidroeléctrica.
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Alejandra Melo
Los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, pero fenómenos como las crecidas de ríos y aluviones pueden anticiparse y evitar sus efectos. Así lo plantean académicos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile (UC) quienes trabajan en un proyecto para monitorear zonas de riesgo.
El sistema consiste en la instalación de sensores e Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), que recopilan datos sobre la lluvia caída, temperatura y humedad del aire y suelo, y del caudal y arroyos de quebradas.
“Toda esta información se sube a una base de datos en la nube y la fusionamos con pronósticos meteorológicos y modelos hidrológicos para pronosticar el riesgo de sequía o inundación”, explica Christian Oberli, académico que lidera el proyecto.
Una tecnología que está teniendo alcance internacional, específicamente en Italia. Los ingenieros instalaron 10 estaciones de alerta de crecidas y aluviones en las cuencas de dos ríos de ese país, para medir el comportamiento del agua en la generación eléctrica en zonas remotas. Un proyecto que exportaron gracias a Endesa y Enel Italia, algo que para el académico es un hito.
“Estamos aportando un desarrollo chileno al mundo a partir de nuestra experiencia”, comenta.
La tecnología se implementó primero en la Quebrada de Ramón, donde instalaron un sistema de prevención. Allí, entre los 800 y 2.700 metros de altura en el sector precordillerano de la Región Metropolitana hay 18 sensores, equipados con cámaras para capturar imágenes que ayudan a identificar eventuales problemas, como la obstrucción de bocatomas remotas.
En paralelo, integraron sensores que captan la intensidad de radiación solar, ya que en lugares con nieve podrían mejorar las estimaciones de derretimiento y el aumento de caudales.
“Ha sido un proyecto donde hemos enfrentado varios desafíos, entre ellos, la adaptación de técnicas tradicionales a la tecnología y donde hemos aportado la posibilidad del monitoreo remoto en tiempo real”, destaca Oberli.
Desde 2009 han levantado unos $ 700 millones, financiamiento conseguido en base a proyectos Fondef y Fondecyt, y a los que se sumó el aporte privado de Coasin y de la estadounidense Synopsys.
Los primeros resultados fueron transferidos al mercado en 2013, con el apoyo de entidades públicas y privadas, período en el que recibieron la propuesta de Enel.
De cara a 2018, los académicos detrás del sistema de monitoreo hidro meteorológico, proyectan crear un spin-off en la UC y atraer nuevos clientes locales.