Consorcio acelera ingreso de soluciones biomédicas de la UC al mercado
Test para detectar el cáncer de tiroides y el de patógenos respiratorios son parte de los resultados de la alianza público-privada.
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En los últimos años, en Chile se han creado diferentes soluciones biomédicas, entre ellas varias de la Universidad Católica (UC) que ya comienzan a salir al mercado. Destacan los test de diagnóstico de cáncer de tiroides, creado por el doctor Hernán González y el de patógenos respiratorios, de la académica Susan Bueno, tecnologías que prometen optimizar la detección de ciertas enfermedades en el país.
Estas investigaciones llegarán al mercado gracias al consorcio Biomedical Research Consortium Chile (BMRC), una instancia que desde hace 10 años intenta hallar soluciones a problemas de salud pública y que integran profesionales de la UC, junto al Laboratorio Abbott, Corfo y Conicyt, uniendo el conocimiento de la academia a los sectores público y privado, para avanzar en el desarrollo de la investigación biomédica en Chile.
A una década de su puesta en marcha, el consocio ya presenta sus primeros grandes logros, como los kits de diagnóstico, que son a su vez, el resultado de una de las tres líneas de investigación del BMRC (Terapia, Vacuna y Diagnóstico). A estos resultados se suman 12 patentes posicionadas en el mundo, de las cuales seis ya cuentan con concesión en China, Sudáfrica y Estados Unidos, señala Rebeca Ibacache, gerente general de BMRC.
“La confianza de la alianza entre la Academia (UC), la Empresa (Abbott) y lo público (Corfo), ha sido uno de los pilares fundamentales en el éxito de este proyecto. Así como el compromiso de los investigadores y sus respectivos equipos”, afirma Ibacache.
Algo en lo que también hizo hincapié Alexis Kalergis, director del consorcio, fue que esta entidad ha logrado integrar a profesionales jóvenes, tanto de pre y posgrado, así como a nivel posdoctoral en estas investigaciones.
Para la UC este trabajo colaborativo también ha sido clave y reconoce al conconsorcio como un socio que ha sido fundamental para la vinculación universidad-industria, por su apoyo en el fortalecimiento del portafolio de tecnologías biomédicas y financiar el 41% de las solicitudes de patentes de toda la UC en biomedicina en la última década.
“La relación con Abbott nos ha permitido desarrollar ciencia de primer nivel, patentar y crear un spin off para llegar al mercado. El desafío a futuro es que más desarrollos pasen a este nivel”, comenta Álvaro Ossa, director de Transferencia y Desarrollo de la UC.
Ossa agrega que hoy cuentan con un portafolio de 10 tecnologías y que en un plazo de cinco años, al menos tres deberían estar en el mercado.