Cómo la academia está revolucionando la forma de enseñar ciencias básicas
También están capacitando a docentes bajo modelos basados en la construcción del conocimiento desde el propio alumno.
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Los esfuerzos por perfeccionar el aprendizaje escolar de las ciencias básicas han cosechado algunos frutos y se vislumbran nuevos retos. Según resultados del Simce 2016 los alumnos de cuarto básico están comprendiendo mejor las matemáticas, sin embargo, los de segundo medio presentan más dificultades para entender las ciencias naturales.
La tarea no es fácil, pero un grupo de científicos de distintas universidades del país está modificando los modelos con que los profesores adquieren estos conocimientos, muchas veces áridos, de manera de transmitirlos asertivamente a sus pupilos.
Ciencia en movimiento
TruckLab de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca está revolucionando los espacios tradicionales para hacer química y biología. Hace diez años su creador, César Retamal, se decidió a revertir la pobre formación de los alumnos de la Región del Maule. Poco a poco fue perfeccionando la forma de acercar el conocimiento científico. Con fondos del Mineduc, acondicionó un camión de remolque de 16 metros de largo con material de laboratorio de punta.
Gracias a la red de profesores que capacitó en sus inicios, más del 70% de los establecimientos de enseñanza media ha probado este modelo de aprendizaje conocido como “Lúdica”, basado en la resolución de problemas.
Disrupción
Más al norte, en la Región de Valparaíso, la realidad aumentada ha ayudado a 280 alumnos de primero y segundo medio de escuelas vulnerables y colegios a comprender cómo es la estructura de una aspirina o qué es el modelo atómico. Es el proyecto piloto “Specto”, del Instituto de Química de la Universidad Católica de Valparaíso, financiado por el Fondecyt.
Los estudiantes deben bajar una aplicación desde Google Play a su tablet, escanear por la cámara digital el contenido de cuadernillos diseñados por los propios docentes y ver los modelos 3D en pantalla, según describe su director, Cristian Merino.
Los alumnos de educación básica y media de la Región de Valparaíso también están accediendo a metodologías disruptivas a través de “Física en acción”, iniciativa de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) que durante charlas experimentales de corta duración, aplica metodologías de clases activas con apoyo del profesor en aula.
Una de sus tres modalidades son las Clases Interactivas Demostrativas, donde el docente escoge un determinado experimento ajustado a su currículo para desarrollarlo en ocho pasos, con el fin de transformar un ambiente pasivo en activo. Así, se busca que los estudiantes construyan el conocimiento científico que permite explicar los fenómenos físicos.
“Nuestra propuesta consiste en trabajar con experimentos atractivos de diversas áreas de la física que incorporan estrategias e instrumentos innovadores”, explica el docente del departamento de Física de la UTFSM, Alfredo Navarro.
Mientras, en las instalaciones de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, niños desde los 12 años aprenden, por ejemplo, razonamiento lógico durante las clases de programación de juegos. Es el taller prototipado del proyecto FabLab de Ingeniería 2030 de Corfo, cuya metodología de aprendizaje está basada en proyectos. Una parte de la clase entrega los conceptos teóricos y la otra se destina a concretar una iniciativa, según indica Catalina Cortázar, profesora de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica de la UC.
Formación docente
Hace cuatro años que el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile ayuda a docentes a profundizar sus conocimientos en matemáticas. Es el premiado Suma y Sigue, con cursos semipresenciales que proponen a los profesores un trabajo basado en el uso de tecnologías innovadoras donde la matemática está inmersa en el mundo real. “Por ejemplo, si el objetivo es que los alumnos aprendan a razonar estadísticamente, el profesor debería hacerles notar lo importante del contexto al trabajar en estadística y plantearles situaciones reales que los motive a plantearse problemas y hallar respuestas a través de la recolección, análisis e interpretación de datos”, explica el investigador del Laboratorio de Educación del CMM de la U. de Chile, Flavio Guiñez.
La Universidad Católica de Valparaíso capacita a profesores de educación parvularia, básica y media a través del programa de Indagación Científica para la Educación en Ciencias (ICEC) del Ministerio de Educación. “El programa permitió a una parvularia perder el miedo a hacer ciencia y los niños a formular hipótesis sobre fenómenos y resolver problemas a través de experimentos o análisis de datos”, señala la directora del ICEC de la PUCV, Corina González.