Alumnos de pregrado cursan ramo de propiedad intelectual
La asignatura es parte de la malla de la Universidad Católica y otorga créditos a carreras STEM.
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Generar investigaciones que se transformen en productos o servicios y que sean transferibles al mercado, es desde hace más de diez años una de las prioridades de la Universidad Católica de Chile, objetivo que ha logrado a través de diferentes emprendimientos y spin-off de profesores y alumnos. En la misma línea, este semestre la casa de estudios comenzó a dictar, de manera inédita, el primer curso sobre propiedad intelectual a alumnos de pregrado en Chile.
La asignatura, que se imparte a alumnos de carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), consiste en un curso teórico y práctico, diseñado para fomentar la innovación y emprendimiento entre alumnos. Para ello, proporciona una introducción a principios básicos de innovación basada en ciencia, propiedad intelectual, transferencia tecnológica y emprendimiento, para que los estudiantes puedan aplicar estos conceptos a lo largo de su desarrollo profesional.
En las clases de tres hora semanales, dictadas por el director de Transferencia y Desarrollo de la UC, Álvaro Ossa, se suman profesionales del Instituto de Propiedad Industrial (Inapi) y especialistas invitados del Departamento de Derechos Intelectuales de la Dirección de Archivos, Bibliotecas y Museos (Dibam) y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Actualmente, este curso piloto contempla hasta 20 alumnos y la idea es ir ampliándolo a medida que transcurren los semestres.
“Este curso otroga créditos de carrera, es uno de los optativos que los alumnos pueden tomar y esa es la gran transformación que estamos haciendo a nivel curricular, porque es muy común que estas materias se tomen como tallerres libres”, comenta Ossa, quien agrega que dentro de los aprendizajes de los alumnos se contempla el análisis de casos de protección y transferencia de tecnologías en ciencias, considerando la normativa vigente y la evaluación de estrategias de protección para desarrollos tecnológicos en el ámbito de la ciencia.
Estos conocimientos permitirán ampliar y enriquecer la industria y al país, comenta Rodrigo León, abogado del estudio Silva Abogados.
“Aquí todos ganan, porque mientras más propiedad intelectual haya y se conozca, más se va a valorizar y va a implicar que los recursos de la nación estén destinados al emprendimiento e innovación”, comenta el profesional, en alusión a las bajas tasas del PIB aportadas a I+D en relación a la OCDE.