El MakerSpace llega a las regiones de Valparaíso y Atacama
Los proyectos están siendo llevados a cabo por Chrysalis, la incubadora de negocios de la PUCV.
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A fines de este mes estará listo y operando el espacio que la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) le ha concedido a su incubadora de negocios, Chrysalis, para la puesta en marcha del primer MakerSpace regional. Se trata de un subterráneo de 400 m2 de planta libre con capacidad para 45 personas, el cual pertenece a la facultad de Ingeniería y está siendo remodelado con una inversión de $ 45 millones.
“Es un espacio que tiene una onda muy maker y que contará con todas las herramientas necesarias para que los emprendedores materialicen sus ideas”, cuenta Walter Rosenthal, gerente de Chrysalis, quien señala que el proyecto está siendo asesorado por Santiago MakerSpace -ligado a la empresaria Alejandra Mustakis-, ente con el que pretenden mantener una estrecha relación y realizar actividades en conjunto.
“Queremos ayudar a dinamizar el ecosistema en Valparaíso, apostando por un ícono que nos hemos dado cuenta que está presente en todas las ciudades innovadoras. Además, como incubadora también sentimos que, con esto, llegarán más y mejores proyectos”, visualiza Rosenthal.
Maker en Atacama
El impulso también llegó hasta Atacama, en donde desde hace algún tiempo el gobierno regional se ha propuesto promover el emprendimiento. Es así como hace poco más de un año, invitó a Chrysalis a instalarse y recientemente ha aprobado los presupuestos para co-financiar con la PUCV Atacama MakerSpace y una incubadora de negocios para la mujer emprendedora.
El primer proyecto cuenta con un financiamiento de $147 millones y, según el cronograma, debería estar andando en febrero. “A diferencia de Valparaíso, en Atacama hay que crear un poco más de cultura emprendedora, por lo que vamos a realizar talleres gratuitos con los colegios, las universidades y la comunidad, a fin de convertirlos en makers”, explica Rosenthal. Para esto se dictarán 40 talleres con los que se busca congregar, al menos, a unas 200 personas de distintos segmentos sociales.
La creación de la incubadora, en tanto, supone un programa de emprendimiento femenino, el que pretende buscar, preparar y acompañar a las mujeres durante todo el proceso de creación de empresas. “Incluso, vamos a instalar una guardería, para que les sea más fácil participar en los talleres”, adelanta. Este proyecto involucra una inversión de $ 95 millones a ejecutarse por un año y lo más probable es que comparta espacio con el maker.
“Queremos invitar a empresas e instituciones y a todos aquellos que quieran participar de estas instancias a que se acerquen a nosotros (...) Todo esto va a funcionar mucho mejor, si tenemos a un sector productivo con las puertas abiertas para recibir a estos emprendedores”, finaliza.