Sector inmobiliario prevé mayor inversión y flexibilidad en condiciones de los bancos tras elección de consejeros constituyentes

Si bien, durante el 2022 la construcción figuró como uno de los sectores más afectados por la incertidumbre respecto de la elaboración de una nueva Constitución, hoy la percepción de este rubro sobre el nuevo proceso es distinta. 

De acuerdo a cuatro empresas especializadas en desarrollo y gestión inmobiliaria, los resultados de la última elección de consejeros constitucionales -liderada por el Partido Republicano- han suscitado, en general, un clima de menor riesgo para la inversión como el desarrollo de nuevos proyectos. De manera que desde el sector ya hablan de una “mayor estabilidad a largo plazo” y de un “cambio de percepción” que puede animar a futuros compradores. 

A juicio de Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers, la situación actual del mercado inmobiliario aún es “extremadamente delicada”, pues los efectos de la fuerte inflación, el alza de las tasas, el freno de la venta de viviendas, la caída de los permisos de edificación y “equivocadas decisiones de políticas públicas como retiros de fondos previsionales y subsidios no focalizados” aún le están pasando la cuenta al sector. Sin embargo, el experto afirma que el “profundo daño sectorial se recuperará en el mediano plazo, siempre que se impongan políticas directas que generen certezas positivas”.

“La pandemia pasó (...) Esperamos que el equilibrio macroeconómico se supere hacia fin de año, con inflación y tasas de interés apuntando al equilibrio indispensable”, menciona. Y sostiene que el beneficio de las recientes elecciones “será invaluable si llega a imperar un ánimo de generar políticas consistentes y generales: Alejándose del ánimo de revanchas o de imposiciones unilaterales y sectarias, para abrazar un ánimo constructivo y de colaboración”. 

“Las mejores percepciones pueden animar a los compradores (...) y la recuperación paulatina de las ventas inmobiliarias comenzará a activar la construcción, siempre que las instituciones financieras apoyen proactivamente la construcción”, dice.

Esteban Acevedo, gerente de finanzas corporativas de GPS Property, se suma al análisis anterior e indica que los resultados en las elecciones “son esperanzadores para el sector, en especial porque van a dar una perspectiva de mayor estabilidad de largo plazo”. Y prevé que el efecto de las elecciones repercutirá en que los bancos e instituciones financieras deberían flexibilizar los requisitos para el financiamiento de los proyectos, “dándole un gran impulso al sector”. 

“Existe un ánimo por parte de los desarrolladores e inversionistas de volver a mirar a Chile con buenos ojos, pero para que veamos movimientos de tendencia importante tenemos que despejar las variables constitucionales, de retiros y de inflación”, afirma.

Mayor inversión y cierre de negocios

Además del respeto a la institucionalidad, las señales que se entreguen a fines de este año y el tono en el cual se comuniquen las ideas del trabajo realizado son fundamentales para dar tranquilidad a los inversionistas y la industria bancaria. Así lo estima Víctor Danús, gerente general de PROurbe Gestión Inmobiliaria, quien sostiene que la comunicación que ha marcado nuevo proceso “ha sido más propicio para aunar posturas y llegar a acuerdos” .

“Se genera un ambiente menos conflictivo en términos socio-políticos. Eso el mercado lo absorbe, pero también es bueno aclarar que no es determinante en sí mismo a la hora de que cambien las condiciones estructurales. Es un elemento necesario (pero no suficiente) para que exista una mayor inversión y cierre de negocios en materia inmobiliaria”, menciona.

La lectura que hace Carolina Ortiz, gerenta comercial de BMI Servicios Inmobiliarios, sobre el escenario del país también coincide con las proyecciones que apuntan a que los resultados han inyectado optimismo a los mercados, de modo que dentro del mediano plazo se podría observar una incipiente recuperación del sector.

“Al ver el resultado como una señal de mayor certidumbre se inicia un proceso de interés en reactivar la inversión, traduciéndose en desarrolladores evaluando la opción nuevos proyectos, lo que podría dinamizar la industria”, comenta.

Y agrega que “esta sensación de mayor optimismo, podría ser la base para apuntalar las inversiones e incentivar la compra de viviendas, por ejemplo”. Sin embargo, dice que aún queda camino por recorrer.

Temores frente al nuevo proceso

Respecto a los temores latentes por parte del sector respecto de la discusión de un nuevo texto que reemplace a la actual Constitución, desde Colliers mencionan que algunos de los principales temas tienen relación con el derecho de propiedad y “que se agrave la excesiva reglamentación laboral”. Y a esto se suma el hecho de que no se corrija la proliferación de normas y diversas e infinitas autorizaciones sectoriales, que además se interpretan políticamente y se judicializan. 

“Una expectativa, que está en la base de la economía y es transversal a muchos sectores e intereses, es que estén bases sólidas para un mercado financiero eficiente, descentralizado, no sujeto al sistema político, que sea capaz de generar ahorro de largo plazo. Sin ahorro sólido de largo plazo no puede haber construcción privada”, menciona Reinaldo Gleisner.

Por su parte, Víctor Danús sostiene que “el gran problema de la industria inmobiliaria no se da tanto por la constitución, sino por la incerteza jurídica a la hora de aplicar las normas”. Y explica que “el hecho de que proyectos ya aprobados por la DOM sean paralizados, es muy dañino para la entrada de proyectos nuevos”. 

En tanto, Carolina Ortiz señala que “todo apunta a que no se realizarán modificaciones radicales en el texto constitucional, lo que disminuye los temores de posibles reformas que podrían afectar negativamente a la industria”. Y desde GPS Property indican que “ la conformación del consejo constitucional dará tranquilidad, en cuanto a que no vamos a ver normas que atenten contra la propiedad privada, el Banco Central y propiedad de los fondos (estabilidad financiera)”. 

“Las mayores aprehensiones van a estar dadas a que se apruebe el texto, que este sea de consenso y dejar cerrado el tema constitucional”, menciona Esteban Acevedo.