Las cerveceras belgo-brasileña InBev y
la estadounidense Anheuser-Busch podrían estar próximas a un acuerdo
después de semanas de hostilidades y el pacto podría llegar en los
próximos días, informan hoy la prensa estadounidense.
Los diarios New York Times y Wall Street Journal, que citan
fuentes que les solicitaron el anonimato, se refieren a que las
conversaciones entre las dos empresas "son ahora amistosas".
Anheuser-Busch recibió el pasado 11 de junio una oferta hostil de
compra por unos US$46.000 millones (US$65 por acción)
por parte de InBev, lo que suponía una prima del 35%, pero
que fue rechazada por su consejo de administración.
Ahora, según el Journal, la belgobrasileña ha elevado su oferta a
la cervecera de St. Louis (Misuri) hasta US$70 por acción, lo
que podría ser aceptado por ese órgano empresarial.
De realizarse esa fusión, que en este proceso está pasando hasta
por los tribunales, el nuevo grupo sería el líder mundial en la
industria cervecera y uno de los cinco mayores productores en el
sector alimentario.
El grupo InBev, que nació de la fusión de la empresa belga
Interbrew y la brasileña AmBev, es la segunda mayor cervecera del
mundo por volumen de ventas después de la británica SABMiller y
entre sus marcas destacan Stella Artois, Beck's y Bass.
En Bruselas, fuentes de la compañía InBev declinaron hacer
comentarios al respecto de un posible acuerdo.
La estadounidense Anheuser-Busch es la tercera mayor cervecera
del mundo y líder en Estados Unidos, donde acapara el 48,5% de la cuota de mercado y dispone de marcas tan populares como
Budweiser y Bud Light, entre otras.
Además, también tiene actualmente un 50% de
participación en el grupo mexicano Modelo y el 27% en la
empresa china Tsingtao, cuya cerveza del mismo nombre es líder de
ventas en el país asiático.
Según el Times, "el anuncio podría producirse el lunes, aunque
las fuentes aseguran que todavía no está cerrado".
Ese rotativo también menciona que algunos de los grandes
accionistas de la cervecera de St. Louis, como el multimillonario
Warren Buffet, "se inclinan hacia un acuerdo con InBev".
Oposición
La oferta hostil de compra lanzada hace un mes por la cervecera
belgobrasileña a la estadounidense ha desencadenado toda una serie
de emociones en EEUU, en donde los productos de Anheuser se
consideran como un elemento identificativo de la cultura de este
país.
Sus consumidores más fieles hasta han lanzado una página web,
savebudweiser.com, en la que recogen firmas para preservar la
independencia de una firma que nació en 1852 y desde entonces ha
estado en manos de propietarios estadounidenses, "muy involucrados
en numerosas obras de caridad en el país y en proporcionar miles de
trabajos", dice el sitio de internet.
En esa lucha, Anheuser-Busch ha llegado hasta los tribunales y el
pasado 8 de julio demandó a InBev por considerar que su rival había
puesto en marcha "un plan ilegal" para hacerse con el control de la
compañía "a un precio de ganga" y descartaba el objetivo de la belgobrasileña fuera una fusión "amistosa".
Un día antes de esa demanda ante un tribunal de St. Louis, InBev
presentó un informe preliminar para proponer la destitución de los
miembros del consejo de administración de la estadounidense, en el
que incluso proponía a sus sustitutos.
Entre ellos figuraba Adolphus Busch IV, proclive a la venta,
miembro de la familia fundadora de Anheuser-Busch y tío de su actual
responsable ejecutivo, lo que da muestra de la división interna que
existe en la cúpula de la cervecera respecto al futuro de la firma.
En esa demanda, la estadounidense acusaba a su rival de formular
"declaraciones falsas y engañosas" sobre sus intenciones hacia ella.
Entre ellas que InBev ha declarado que la sede norteamericana de
ambas compañías estaría en St. Louis, donde se encuentra la de
Anheuser-Busch, pero no ha revelado que sus operaciones incluyen
"negocios significativos" en Cuba, según la demanda.
La cervecera estadounidense recordaba también que el embargo
comercial impuesto por Washington a Cuba desde hace más de cuarenta
años impide que negocios en la isla sean "gestionados, supervisados
o controlados desde Estados Unidos".
InBev tiene más de 570 empleados a tiempo completo en Cuba,
centros de distribución en todo el país y una cuota de mercado del
44% en la isla, según datos difundidos por Anheuser-Busch.