El 6 de marzo entrará en vigencia
del Tratado de Libre Comercio Chile – Australia, ratificado en un intercambio
de notas el miércoles 4 de febrero en las dependencias de la Dirección de Relaciones
Económicas Internacionales de la
Cancillería (Direcon).
El tratado se perfila como el primer acuerdo de este tipo que Australia firma con un
país latinoamericano, lo que abre para Chile numerosas posibilidades de acceder
sus mercados en condiciones preferenciales.
Este acuerdo incorpora todo el universo arancelario con
plazos de desgravación inmediata o a seis años. Algunos productos chilenos
beneficiados por la desgravación inmediata son el puré y el jugo de tomate;
embutidos de carne bovina, pollo y cerdo; conservas de durazno, damasco y
cerezas; jugos de manzana, frambuesa y durazno; espárragos congelados y dulce
de leche (manjar), entre otros. Entre los que quedarán desgravados en 6 años,
se cuentan los guantes de cirugía; uvas frescas y pasas, y confecciones, tales
como pantalones de algodón y trajes de vestir de lana o pelo fino.
En cuanto al acceso de mercancías, Chile obtuvo de Australia
un 91% de los productos en desgravación inmediata, mientras que Australia
alcanzó un 87%.
Este tratado comercial incluye, además del intercambio de
bienes el comercio de servicios, acuerdos en inversiones, compras públicas y
propiedad intelectual. Asimismo, agrega un capítulo de cooperación que
permitirá generar alianzas estratégicas entre privados.
El Director Bilateral de la Direcon, Andrés Rebolledo,
señaló que las relaciones entre ambos países se encuentran en un muy buen
momento, lo que se vio reflejado en la rapidez y pocas trabas con que se
desarrolló el proceso negociador. Agregó, además, que "la negociación se llevó a
cabo en estrecha colaboración con los sectores productivos involucrados, lo que
permitió tener en cuenta las necesidades de todos los actores que se verán
beneficiados con el Acuerdo".
Rebolledo destacó, también, que este acuerdo comercial va más
allá del intercambio de bienes, sino que integra el comercio de servicios,
inversiones, compras públicas y propiedad intelectual, además de incluir un
capítulo de cooperación, punto de gran interés para Chile, "ya que permitirá
generar alianzas estratégicas entre privados", enfatizó.