Voceros del "en contra" valoran resultado y descartan apoyar un tercer proceso constitucional
"Los votos de todos los aquí presentes en el Congreso no estarán disponibles para un tercer proceso constituyente", dijo la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.
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Quienes lideraron la campaña por el "en contra", opción vencedora del plebiscito constitucional de este domingo, están manifestándose sobre el significado de este triunfo político y trazando la ruta a seguir por parte del oficialismo.
"Los votos de todos los aquí presentes en el Congreso no estarán disponibles para un tercer proceso constituyente, tal como lo sostuvimos anteriormente. Tenemos por delante la urgente necesidad de sintonizar la agenda del Chile real con las prioridades del dsismtea política. Esto es: seguridad, crecimiento económico, empleo, pensiones, salud y educación", dijo en punto de prensa oficial la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic.
A continuación tomó la palabra el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez: "Hay una mayoría que dice que ningún sector se puede llevar la pelota para la casa, cuando hablamos de una democracia que nos integre a todas y a todos".
"Este triunfo del 'en contra' pertenece a las y los ciudadanos. Queremos agradecer que ellas y ellos fueron hoy día a las urnas entendiendo lo que estaba en juego, que era un texto. No otra cosa, no otras discusiones, sino que lo que queríamos para los próximos 30 o 40 años para nuestro país", declaró previamente y en otro punto de prensa la alcaldesa de Peñalolén y vocera del comando del "en contra", Carolina Leitao.
"Mañana hay que seguir trabajando en los temas improtantes, en seguridad, en pensiones, y para eso el Gobierno tiene una agenda, y eso tiene que ser el foco", dijo por su parte a Mega Noticias la presidenta del PPD, Natalia Piergentelli.
Considerado como uno de los voceros no oficiales del "en contra", el exministro Francisco Vidal sostuvo que "los partidos de centroizquierda e izquierda lograron contectar con la mayoría ciudadana, para detener la ofensiva ideológica más relevante de todas las derechas desde 1990. El texto pretendía consolidar el modelo neoliberal en lo económico y social, e incluía una especie de involución conservadora".
En línea con lo manifestado por una mayoría de figuras del oficialismo, Vidal estimó que "no hay un tercer proceso constitucional", ya que "las palabras se cumplen".