El ministro (s) de Agricultura, Reinaldo Ruiz, aseguró que
la apertura del mercado argentino para la exportación de ovinos de Aysén y
Magallanes significará un importante impulso para la ganadería de la zona.
La autoridad informó que desde febrero los ganaderos de
ambas regiones pueden enviar al país trasandino lanares para su faenamiento
inmediato, luego que el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y su contraparte
argentina, Senasa, lograran establecer un Protocolo de Importación. Esta
operación consistirá en el ingreso de ovinos vivos conducidos directamente
desde el establecimiento pecuario exportador chileno hacia uno de faena en
Argentina.
El titular (s) del agro aseguró que este anuncio se
transforma en una nueva alternativa para los productores de ambas regiones.
Asimismo, la autoridad destacó que "muchos de ellos han trabajado con apoyo de los servicios del agro por mejorar
la calidad de su ganado y es ahora, cuando se van abriendo nuevos mercados, que
se ven los frutos de este esfuerzo conjunto".
En cuanto a los requisitos solicitados por Argentina,
señalados en el Protocolo de Importación, destacan que el ganado que se
comercializa debe estar exclusivamente ligado a los Planteles Animales bajo
Certificación Oficial, PABCO ovino, que son aquellos que reconocen la Comunidad Europea
como predios que tienen un mecanismo de control y seguimiento de las
producciones.
Ruiz agregó que no toda la producción con la que cuenta la
región es exportable, ya que la demanda que se genera sobre estos animales es
principalmente aquellos que tengan una canal (carne pura) entre 11 y 13 kilos y
de no más de 6 meses, por lo tanto son animales tiernos.
La explotación ovina cumple un rol importante en la
ganadería regional, representando una opción interesante para la producción de
carne, lana y cueros. Según Censo Nacional Agropecuario y Forestal del 2007, en
Chile la masa ovina llegó casi a las 3 millones 900 mil cabezas, mientras que
en la Región
de Aysén se estimó en un total de 312 mil animales.