Los brotes verdes o primaverales de la economía chilena de los que hablaron autoridades y analistas no lograron dar frutos el año pasado. El Producto Interno Bruto (PIB) habría crecido apenas 1,6% en 2017, igualando el desempeño obtenido en 2016 y manteniéndose como el menor ritmo de expansión desde la crisis global de 2009 (-1%).
Pero pese al débil resultado del ejercicio, las últimas cifras consolidaron la visión del mercado respecto a que el ritmo de recuperación está en marcha de cara a 2018. El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) se incrementó 2,6% en diciembre, comparado con igual mes de 2016, que superó las expectativas de mercado (2,4%) pese a tener dos días hábiles menos, según informó el Banco Central.
Así, el PIB del último trimestre aumentó 2,9%, el nivel más alto en casi cuatro años (2,9% en el primer trimestre de 2014).
Por sector, la actividad minera logró fortalecer su recuperación en la segunda parte de 2017, consiguiendo un alza de 5,8% en el cuarto trimestre y atenuó su caída anual a 0,9% desde el retroceso de 2,9% anotado en 2016. En este lapso, el área no minera alcanzó su mejor desempeño desde inicios de 2016, con un alza de 2,6% en el cuarto, aunque en el año estuvo algo por debajo que el ejercicio anterior: 1,8% frente a 2%.
Las cifras deberán ser confirmadas por las Cuentas Nacionales que el Banco Central publicará el próximo 19 de marzo.
¿PIB superior a 3%? Crece probabilidad
Desde el gobierno celebraron las últimas cifras de actividad de 2017. La ministra subrogante de Hacienda, Macarena Lobos, expresó que el Imacec de diciembre “confirma que la economía se encamina hacia un crecimiento de 3%” y agregó que este pronóstico incluso podría ser “conservador” para el año en curso.
Tal visión fue compartida entre los departamentos de estudio, ya que más de uno ratificó que espera un PIB superior a 3% para 2018.
“Seguimos esperando un crecimiento de 3% para la actividad local, con el riesgo de corrección al alza en la medida que sigamos observando una positiva dinámica interna”, indicó Antonio Acha, economista de Bice Inversiones.
El economista senior de Credicorp Capital, Felipe Guzmán, no descarta que la economía doble la tasa de crecimiento observada el año pasado y termine con un incremento de 3,2%. En su opinión, los catalizadores provendrán tanto del exterior -precio del cobre y mayor dinamismo de los socios comerciales- como a nivel interno, ya que las señales apuntan a una demanda interna más robusta.
“La sustentabilidad de la confianza en los niveles actuales y las primeras medidas que adopte el próximo gobierno serán fundamentales para observar mayores cifras de crecimiento”, sostiene Guzmán.
La proyección de Banchile Inversiones es de un PIB de 3,1% “pero con un amplio sesgo al alza”, como aclara el economista de la entidad, Jorge Lorca. Explica que hay varios indicadores líderes tradicionales que han acelerado su tasa de crecimiento (confianza privada, dinamismo de la inversión en maquinaria), además de varios anuncios de planes de inversión que se comenzarán a ejecutar este año, que apuntan a un crecimiento más robusto en 2018.
Así, para el primer trimestre las proyecciones apuntan a un crecimiento que puede llegar incluso a 4%, desempeño que estará “muy determinado por la recuperación en la minería”, según detalló BBVA Research. Lorca también estima que el principal riesgo para la actividad este año son eventuales paralizaciones de la producción minera y anticipa un desempeño de 3,8% para el PIB del primer trimestre de 2018.
Desde Santander pusieron una nota de cautela en la recuperación de la manufactura luego de su contracción de 3,4% en diciembre y en la creación de empleo que “continúa dominada por el asalariado público y por el de cuenta propia”.
Chile creció en el actual gobierno a su menor nivel desde el regreso a la democracia
Las cifras de crecimiento se ajustarán en algo en las Cuentas Nacionales de marzo, pero es claro que el segundo gobierno de Bachelet terminará con el PIB promedio más bajo desde el regreso a la democracia, con 1,9%. Esto, a pesar de no estar en un escenario de crisis global como sí ocurrió en el primer período de la mandataria (entre 2006 y 2010), cuando el PIB se expandió 3,3% promedio.
El menor ritmo del período 2014-2017 estuvo acompañado de débiles cifras fiscales, con un déficit de 2,8%, su mayor nivel desde 2009; y una deuda pública que se consolidó en su nivel más alto desde 1993, tras alcanzar el 23,8% del Producto. Todo esto en un marco que el gasto fiscal subió 5,5%, casi triplicando el promedio del PIB en el período.
"El crecimiento económico ha sido decepcionante en los últimos cuatro años, considerando que es el avance más lento para el país en dicha ventana de tiempo desde mediados de los años 80, en medio de un contexto internacional que se ha tornado más positivo para países emergentes", destacó el economista de Credicorp, Felipe Guzmán.
A la hora de calificar el manejo económico del actual gobierno y aún con dudas respecto a qué pesó más en la desaceleración -si el escenario externo o el interno-, el economista de Banchile Inversiones, Jorge Lorca, señala que sea por la causa que fuere, "no se puede calificar como auspicioso un período en que la inversión se contrajo persistentemente y en que el ritmo de crecimiento promedio fue inferior a la mitad de aquel registrado por los países emergentes".
Miguel Ricaurte señala que no se debe olvidar el impacto desfavorable que tuvo la baja del precio del cobre en los términos de intercambio para Chile, lo que llevó a una baja de las expectativas privadas en medio de una activa agenda de reformas.
"El gobierno buscó mitigar la desaceleración con un paquete fiscal en 2014 y 2015 y una reorientación del gasto público durante 2017, lo que tuvo impacto limitado en un entorno económico adverso", sostiene.
El peor de la zona andina
Al compararse con la región, Chile tampoco logra muy buenos resultados, ya que el crecimiento económico de los últimos cuatro años solo supera al 0,2% promedio obtenido por Argentina y a la contracción de 1,4% que experimentó Brasil, dos países que en 2017 lograron salir de una recesión de su economía.
Por el contrario, Chile fue superado por las principales economías andinas y sus compañeros de la Alianza del Pacífico, con un PIB promedio para Colombia de 2,8%, de 3% para México y 3,1% para Perú, lo que debe ser ratificado por las cifras oficiales que se conocerán en las próximas semanas.
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