Los precios del aceite comestible y la harina de trigo estarían volviendo a sus niveles “normales” luego de un importante alza provocado, entre otros factores, por la invasión rusa en Ucrania.
Así lo reveló un informe de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), sobre la tendencia en los precios internacionales de estos productos.
El pasado lunes 15 de mayo, el Ministerio de Desarrollo Social publicó la Canasta Básica de Alimentos para el mes de abril. En aquel entonces, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, declaró que “el precio del aceite está ya teniendo una baja importante” y agregó que “probablemente, en los próximos meses vamos a ver bajas en las harinas y productos basados en cereales”.
"Los precios internacionales de los alimentos comenzaron a bajar ya hace varios meses atrás, pero durante un buen tiempo eso se postergó porque el dólar estaba muy alto, pero ya hace tres o cuatro meses atrás tenemos bajas bastante significativas del dólar, por lo tanto ya empieza a reflejarse en los precios domésticos", explicó Marcel.
Ambos productos alimenticios, en su mayoría, son importados a Chile. El trigo proviene principalmente de Estados Unidos, Canadá y Argentina. En el caso del aceite, en gran medida se compra también a nuestro país vecino.
Tanto el aceite como el trigo registraron un alza de sus precios en el último año producto de varios factores internacionales. Pero la guerra en Ucrania fue uno de los que más influyó en este encarecimiento.
IPC de aceite afectado por Ucrania
En el caso particular de los aceites vegetales comestibles, la Odepa reporta que en el mercado internacional los precios tuvieron un alza significativa que se inició a mediados de 2020 y se extendió hasta mayo de 2021.
Con la invasión de Rusia a Ucrania, tanto el precio internacional del aceite de soya como el índice de precios al consumidor de aceite vegetal tuvo un importante aumento en marzo de 2022.
Pero desde finales de 2022, el precio internacional ha mostrado una tendencia sostenida a la baja; y desde comienzos de 2023 a marzo, el índice de precios al consumidor del aceite vegetal también ha disminuido, pero con menor intensidad.
El precio mayorista de aceites, en general, se ha mantenido estable desde el año 2020 hasta la fecha.
La explicación que da la Odepa es que el comportamiento “es consistente con el hecho que en las cadenas de suministros los precios son más volátiles a nivel de la producción (materias primas) y mucho más estables y con menor volatilidad en la medida que se avanza hacia el consumidor”.
Chile es tomador de precios en el mercado internacional, por lo tanto no puede influir en estos.
En el caso de los supermercados, estos “tienen significativo poder de negociación que les permitiría amortiguar los cambios de precios que le ofrecen los proveedores, haciendo que las alzas demoren en reflejarse en los precios de venta al consumidor”. Por ello, a pesar de que el precio internacional muestra una marcada tendencia a la baja desde finales de 2022, la baja a nivel local es más lenta.
“Cuando hay bajas de precios ocurre algo similar: habitualmente demoran en reflejarse en el mercado consumidor por la incertidumbre de su persistencia en el tiempo y porque hay mayor reticencia a subir los precios y se prefiere mantenerlos para tener margen de amortiguación ante potenciales alzas futuras”, agregan en la Oficina del Ministerio de Agricultura.
Harina de trigo, un panorama parecido
A pesar de ser productos distintos, los factores que provocaron un alza en los precios del trigo son bastante parecidos a los del aceite. En marzo de 2022 se muestra un alza producto de la invasión a Ucrania, pero este conflicto no fue gatillante. La tendencia al alza inició en 2020 y continuó hasta mayo de 2022. Esto, principalmente porque desde la temporada 2020/2021 la demanda a nivel mundial es mayor que la producción. Esto según datos extraídos del boletín de cereales que realiza la Odepa.
Según el índice de precios de la FAO, en abril de 2023 el precio del trigo internacional llegó a su nivel más bajo desde julio de 2021. Dentro de las razones de esta disminución se encuentra el aumento de oferta exportable en Rusia y Australia y mejores condiciones de comercialización del grano en Ucrania.
Esto último gracias al acuerdo de exportaciones de grano en el Mar Negro, firmado entre Rusia y Ucrania y auspiciado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que tiene como objetivo “la exportación de más de 20 millones de toneladas de grano ucraniano”.
La Odepa afirma que las “estimaciones de mayor producción en hemisferio norte y demanda moderada de grano, impactaron a la baja los precios internacionales”. Estados Unidos mostró una disminución mensual de 3,4% en cotizaciones de exportación, mientras que en Canadá cayó 7,3%.
Respecto a Argentina, el costo alternativo de importación del grano bajó 20,9% en abril en su variación anual. En marzo también había caído, pero menos (2,3%).
A nivel país, el precio mayorista de la harina de trigo comenzó a subir a mediados de 2021, aunque las cifras muestran que se estaría estabilizando en 2023. En el caso del IPC de harina, la tendencia al alza sigue y le ha costado un poco más lograr una estabilización.
“Se puede señalar que el alza en el precio de la harina por mayor (producción de harina) aún no se ha traspasado por completo a la venta al consumidor”, se lee en el reporte de la Odepa.
Agregando que “las alzas de precios desde el trigo se han ido amortiguando en la cadena de suministro hasta la harina, siendo el precio al consumidor el menos volátil y el que menos ha subido. Esta tendencia al alza tenderá a detenerse o revertirse, pero con largo rezago”.
Y si se agrega el pan a la ecuación, la harina mayorista ha subido más que este. Por su parte, tanto el pan a nivel mayorista como a nivel consumidor, han subido en similar magnitud. “Ya se aprecia una estabilización en el precio del pan al consumidor”, concluyen desde la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias.
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