Revueltas están las aguas en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Claro porque luego que se conociera el despido de la subdirectora técnica, Marcela Cabezas, un grupo de funcionarios representantes de algunas jefaturas del INE hicieron hoy pública una carta dirigida al director, Francisco Labbé Opazo, en la que manifestaron su inquietud por el "proceder" de éste al mando del organismo.
En la misiva, once funcioinarios pertenecientes a la subdirección técnica, subdirección de operaciones y al departamento de infraestructura estadística del INE calificaron como "inexplicable" la salida de Marcela Cabezas y además cuestionarion al titular de esa repartición en el marco de las polémicas que ha rodeado al último censo y las dudas sobre el cálculo del IPC.
Respecto de este último punto, los funcionarios -cercanos a la unidad de la destituida Marcela Cabezas- manifiestaron explícitamente que al interior del INE se agotaron "todas las instancias de discusión técnica".
En esa línea, acusaron que el proceder de Labbé constituye "evidente amenaza de retroceso" en el manejo de los temas técnicos del INE.
Inflación
Respecto a las dudas que han surgido en la medición de la inflación, los funcionarios revelaron que los equipos encargados de su mantención presentaron al "experto internacional", Jacob Ryten, sus preocupaciones por el comportamiento de la división Vestuario.
Según estos trabajadores, en su informe Ryten realizó sugerencias para mejorar la recolección de datos y control de las liquidaciones que se contemplan en esta división lo cual, según ellos, fue implementado. A continuación, la carta señala que desde ese entonces ese ha sido un tema de permanente estudio que finalmente llegó a resultados a fines de 2012 e inicios de 2013 y cuyas conclusiones se las presentaron a Labbé en una reunión (18 de marzo), además de un informe (4 de abril).
"Lamentablemente las recomendaciones técnicas planteadas por los equipos en orden a introducir actualizaciones metodológicas en el índice fueron desestimadas por usted (Francisco Labbé) y el no poder responder a los cuestionamientos de los analistas nos parece que ha causado un daño a la credibilidad de imagen de nuestra institución", señala la carta pública.
Censo
Respecto al Censo, la carta de estos once funcionarios señala que había existido una "forma de trabajo" que involucró en los dos últimos censos a los distintos equipos técnicos del INE en el proceso de construcción de los cuadros para el análisis y la definición de los criterios de validación e imputación de la información generada a partir de levantamiento censal.
"Dicha forma de trabajo se rompió en esta ocasión", señala la carta pública.
En ese contexto, los funcionarios denunciaron que fueron excluídas todas las unidades que tenían "el conociemiento técnico de los distintos fenómenos" que fueron medidos en el último Censo.
"Sólo una minoría dentro del INE, ligada exclsuivamente al equipo Censo, conoce los criterios utilizados para el tratamiento de los datos censales y pese a que le solicitamos en diversas oportunidades ser considerados en este trabajo, lo cual originó un compromiso explícito de su parte que no fue cumplido", acusaron los funcionarios.
Según estas jefaturas, esta exlusión de los equipos técnicos es la que explica los errores evidenciados en la presentación de la información, entre ellos "la gravísima" filtración de datos a los medios de comunicación antes de la presentación oficial, la explicación errónea respecto al trabajo que se realiza para construir las proyecciones de población, la mención que "usted" (Labbé) ha hecho reiteradas veces en relación a que el Censo "no sirve para contar a la población" o el tratamiento inadecuado de las cifras censales de fecundidad.