El proceso de reapertura gradual de la economía, junto con el mayor consumo ante el traspaso de parte de los fondos de AFP a los cotizantes, comienza a tener efecto en las perspectivas para los precios en el corto plazo.
Según las proyecciones incorporadas en los precios del mercado, el mayor efecto se anotará en septiembre, con una variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 0,27%, desde el 0,15% que se anticipaba hace apenas una semana.
Entre los analistas hay consenso de que hay varios factores que explican el fenómeno, además del desconfinamiento y el "shock" de liquidez que significa el retiro de parte de los ahorros previsionales.
El economista de BCI Estudios, Felipe Ruiz, advierte algún incremento en precios de productos domésticos, asociados a electrónica y mantención del hogar, a lo que se agregan los precios de la gasolina, que a partir de hoy suben por primera vez en 24 semanas "y entregarían ligeras presiones inflacionarias en adelante".
De hecho, el miércoles el mercado incorporaba un 0,22% de variación del IPC en septiembre, mientras que hoy saltó a 0,27%.
El analista cuantitativo de precios de Pacífico Research, Francisco Sepúlveda, anticipa que la mayor liquidez de cara a las Fiestas Patrias "debiera presionar al alza alimentos, bebidas alcohólicas y bienes durables", aunque prevé que algunos productos cuya producción se ha visto limitada por las medidas de aislamiento podrían reducir sus precios, como harina, carne de vacuno y huevos.
El economista de Santander, Miguel Santana, explica que este año el precio de los alimentos ha subido "significativamente", en particular en frutas y verduras, "lo cual era un efecto esperado dada la fuerte sequía del año pasado".
"En el corto plazo no prevemos un descenso importante en los precios de los alimentos, ya que su demanda debe aumentar por el mayor gasto derivado del retiro de fondos de las AFP", anticipa.
En Scotiabank incluso señalan que se han reportado quiebres de stock en algunos productos, "lo que coloca cierta presión a los precios" debido al impacto del retiro del 10% y el inicio del desconfinamiento.
"Se ha observado una presión relevante en los precios de alimentos y es de esperar que aquello se acentúe en septiembre dado el periodo de Fiesta Patrias. Adicionalmente, ya en septiembre comenzaremos a ver incidencias positivas de gasolina y combustibles en el IPC", plantean.
El factor alimentos
El incremento en el valor de algunos productos no comenzó a partir del desconfinamiento y el retiro del 10%. Así lo muestra un informe del Ministerio de Desarrollo Social, que da cuenta de que el precio de la canasta básica de alimentos evidenció una importante alza en julio.
Así, el valor de la canasta anotó una variación mensual de 1%, acumulando un encarecimiento de 7,4% en los últimos 12 meses, su nivel más alto en más de cuatro años. La variación de los productos alimenticios clave para medir la pobreza es mayor que el IPC general (0,1% en el mes y 2,5% en 12 meses) y que el Índice de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas (0,6% y 6,8%, respectivamente).
El dato se complementa con un análisis elaborado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la U. del Desarrollo, que calcula que la inflación fue mayor para el quintil de ingresos más bajos en julio, con variaciones mensuales de 0,2% y de 2,9% en 12 meses. Aquello se contrapone con los precios para el 20% más rico, que anotaron incrementos de 0% y 1,2%, respectivamente, en el séptimo mes del año.
Alimentos y Bebidas No Alcohólicas fueron justamente los productos que más aumentaron sus valores para el quintil de menores ingresos, con 0,6%; mientras que Vivienda y Servicios Básicos anotó una baja de 0,3% y Transporte de 0,8%.