Bencinas junto al rubro vestuario y calzado serán protagonistas de la baja de la inflación este semestre
Alimentos e, incluso servicios, podrían aportar menores presiones al recorte.Un menor valor del dólar y del petróleo frente a lo observado la segunda mitad de 2022, ayudarán.
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La inflación en Chile ha ido dando tregua en los últimos meses, pero aún queda un importante camino para transitar desde el registro anual de 7,6% actual hacia el 4% que se anticipa para diciembre y, aún más desfiante, a la meta de 3% a la que apunta el Banco Central.
“Desde abril de este año, hemos visto que los precios han evolucionado más acorde al periodo prepandemia, lo que es una buena noticia teniendo en cuenta los elevados niveles de inflación de años previos”, reflexiona Felipe Ramírez, economista jefe de Coopeuch.
En el último dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC), entregado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), una de las divisiones que contribuyeron a la contracción mensual de 0,2% fue vestuario y calzado, que le restó 0,069 punto porcentual.
Otra división que sorprendió fue transportes, en particular la categoría de combustibles y lubricantes para vehículos de transporte personal. La gasolina, en particular, disminuó 2,5% mensual.
Pero, ¿estas categorías podrían seguir teniendo peso en la disminución de la inflación hacia diciembre ?
Sobre calzado y vestuario, es complejo saberlo o, al menos así lo considera Bernardita Silva, gerente de estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC). “En el mundo del retail es difícil hacer ese análisis, porque sí o sí vestuario y calzado, en agosto y septiembre, siempre tienen un comportamiento positivo frente a los meses previos”, explica.
Para Silva, el desempeño del sector dependerá del sobrestock y la demanda.
Aún así, desde el mercado se la juegan con asegurar que esta categoría influiría en el camino hacia la convergencia del 3%. Aún más, el economista jefe de EuroAmérica, Felipe Alarcón, cree que liderará la reducción. “En detalle, destacamos los siguientes productos: vestuario para hombre y mujer”, precisa.
En cuanto a los combustibles, el coordinador económico en cambio climático, energía y medio ambiente de Clapes UC, Luis Gonzales, apuesta a que el impacto llegaría a 1,1 puntos porcentuales, llevando la inflación anual a 4,2% anual a fines de año.
El experto estima que la gasolina a fin de año variaría a la baja en torno a 15% y el diésel un 24%. Gonzales destaca la importancia de este producto en la canasta de IPC y afirma que a junio se observa que los precios de gasolina y diésel acumulan una caída de 9,1% y 14,1%, respectivamente, desde fines de 2022.
Determinante en este ámbito sería un dólar en $ 800 y precio del petróleo en US$ 75 por barril, ambos niveles por debajo de lo visto hace doce meses..
Coherente con lo anterior, el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, estima que será la división de transportes una de las que más incidirá en la contracción de la inflación, ya que es una de las “con más productos volátiles”.
Alimentos y servicios
Pincheira ve también en la categoría de alimentos una de las que aportará en la baja de los precios.
Su par de Coopeuch, Ramírez, manifiesta que esperan “que los precios de los alimentos tengan alzas bien acotadas, en promedio de 0,2% mensual”.
Uno de los productos que tiene un peso importante en la canasta del IPC es el pan, con una ponderación de 2,08%. Pero, al parecer, no se ven alteraciones de magnitud.
De hecho, el presidente de Indupan, Juan Mendiburu, sostiene que las últimas novedades del mercado respecto a la baja del porcentaje de inflación y de los precios de algunos insumos utilizados en las panaderías, tales como harina, grasas y otros aquellos relacionados con el rubro, como el gas, les “dan un cierto grado de tranquilidad, en torno a que no debiera haber nuevas alzas de pan”.
Aún así, desde el gremio alertan que esto “no significa necesariamente que vaya a bajar el precio de este producto”, y que no es posible “vislumbrar un escenario cierto para el próximo semestre”.
Los servicios también podrían aportar este semestre, según Silva. “Si bien se mantienen con más potencia que lo que es el consumo de bienes, han ido decreciendo”, postula. Pincheira cree que recreación y cultura también ayudarían a la baja del IPC.
Distinta es la mirada de Ramírez, que advierte que los servicios pondrían un piso a la menor inflación total, “toda vez que la evolución de sus precios tienden a presentar una elevada inercia”, plantea.
Industria automotriz apuesta por un segundo semestre mejor que el primero
Otro componente de la canasta del IPC son los automóviles. En este rubro, aseguran que ha sido “un semestre bastante difícil, principalmente por el hecho de que a pesar de que el abastecimiento está bastante resuelto (...), sí tenemos una economía que está bastante débil y con las tasas de interés muy altas”, dice el presidente de la Cámara de Comercio Automotriz de Chile (Cavem), Martín Bresciani.
Según explica, el nivel de los intereses ha provocado que el crédito automotriz esté “muy castigado”.
En cuanto a cifras, desde Cavem estiman que se vendieron 160 mil unidades durante el primer semestre. Para el segundo, esperan que serán 185 mil. Hacia adelante, anticipan una “recuperación leve”, en parte gracias al descenso de las tasas. “No van a ser bajas bruscas, sino que escalonadas, pero creemos que van a ser un insumo para que los clientes recuperen la confianza”, argumenta Bresciani.
Las ventas en 2023 serían entre 15% y 20% menores que en 2022.