Sorprendido. Así se mostró ayer el ministro del Interior, Jorge Burgos, al ser consultado por las críticas que ha recibido la presidenta de la República, Michelle Bachelet, en la etapa previa de su discurso del 21 de mayo.
En especial del timonel de la UDI, Hernán Larraín, quien el lunes había instado al Ejecutivo a hacer una autocrítica y dejar de presentar proyectos “ideologizados”.
“Esperamos que prime el sentido común y que con unidad podamos rectificar el rumbo y buscar acuerdos que nos permitan darle a los chilenos respuestas más que conflictos”, dijo el líder gremialista.
Pero ayer el ministro Burgos arremetió señalando que “sería bueno que primero escuchen” el discurso, para luego ironizar un poco con el tema.
“Nos hemos puesto un país criticón y es una cosa que me parece buena porque permite mejorar las cosas a veces y los medios de comunicación hacen su trabajo en eso, pero criticar anticipadamente es algo que yo no conocía”, añadió.
Respecto al contenido del texto que expondrá la mandataria, el secretario de Estado adelantó que “los miembros del comité político, y los sectoriales también, hemos tenido la oportunidad de entregar ideas y creo que va a ser una buena propuesta para el país”.
Y agregó: “Será un discurso que no tengo duda que va a dar cuenta de que la necesidad de que Chile priorice un tema central como el crecimiento de la economía”.
De acuerdo a lo planteado por Burgos, Chile necesita ser un país más igualitario y equitativo y para eso “necesitamos crecer. Y esa es una prioridad para la sociedad chilena y tengo muy claro que la presidenta lo tiene como prioridad”.
El que también se refirió al tema fue el vocero de gobierno, Marcelo Díaz, quien le respondió a los empresarios que han pedido que durante el discurso de la presidenta haga “precisiones” en las reformas que ha impulsado durante su administración, como la tributaria en un inicio y ahora la laboral.
“No sé muy bien a lo que se refieren con precisiones. Nosotros hemos dicho que las principales reformas están en marcha, nos encontramos en una fase de implementación y tenemos desafíos importantes, pero es esencial recuperar la capacidad de crecimiento de la economía”, recalcó.
A renglón seguido comentó que desde comienzos de año que la Presidenta ha planteado la necesidad aumentar los niveles de generación de empleo.
“Sobre todo desde que se planteó este escenario económico más adverso y eso va a ser un motivo de preocupación permanente del gobierno”, agregó el ministro Díaz.
El fantasma del desempleo
Desde distintos sectores han comenzado a surgir impresiones sobre los puntos relevantes que debiera abordar la mandataria de cara a su tercera cuenta anual que conmemorará el próximo sábado.
Y si bien desde la Nueva Mayoría las voces no revelan una alta expectación en materia de anuncios, sí se asume que el foco en impulsar el crecimiento debe ser parte de la puesta en escena.
Lo anterior, en el entendido que el menor crecimiento de la actividad -que se ha estancado en niveles del 2%- se traducirá con cierta probabilidad en menores recursos para las arcas fiscales, lo que podría limitar algunas de las metas planteadas por la administración Bachelet en su programa. Un ejemplo patente es lo que ocurrido con la gratuidad en la educación.
Pero más complejo, especialmente en el corto plazo, es el riesgo que la desaceleración se traduzca en un deterioro del mercado laboral. Las últimas cifras, tanto para el país como para la Región Metropolitana, ya mostraron alzas que alcanzaron a preocupar a las autoridades de gobierno y la posición es precaver que ello no persista en los meses siguientes.