A las 15:30 horas (16:30 hora de Chile), llegó el turno de la presidenta Michelle Bachelet de intervenir en la cumbre de jefes de Estado para la adopción de la agenda de desarrollo post-2015, en el edificio de la ONU, en Nueva York.
En la instancia, en que los distintos países se aproximan a asumir desafíos comunes, la mandataria puso énfasis en la necesidad de impulsar el "cambio urgente que requiere nuestro tiempo".
En esa línea se refirió al programa que el gobierno está llevando adelante. "En Chile estamos asumiendo con reformas que ya están en marcha. No es un camino fácil, pero seguiremos trabajando para garantizar una educación de calidad con cobertura universal, para lograr paridad real de género, para que nuestro desarrollo sea armónico con el medio ambiente, para equilibrar las relaciones entre empleadores y trabajadores", manifestó.
En esa línea, aseguró que "Chile seguirá aportando a superar los desafíos globales desde América Latina y el Caribe, promoviendo la integración económica, la seguridad y la paz".
Además, la mandataria aludió a algunos de los retos que están pendientes en nuestra región. "Todavía cerca de 71 millones de personas siguen estando en situación de indigencia, y la desigualdad continúa siendo un problema central por resolver. 7,5 millones de niñas y niños menores de 5 años aún sufren de desnutrición crónica y las brechas de género persisten en el ámbito laboral y en la participación política", afirmó.
Por otro lado, respecto de cambio climático y desarrollo sostenible -uno de las materias más importantes en la agenda mundial que se quiere establecer- Bachelet aseguró que "debemos mirar el presente con la responsabilidad de quien se encuentra en una encrucijada decisiva, una encrucijada que marca irremediablemente la subsistencia y el desarrollo de nuestros pueblos". En ese sentido, advirtió que "si no actuamos resueltamente, con el compromiso que la gravedad situación requiere, mañana seguramente ya no tendremos esta posibilidad".