La ministra de Agricultura,
Marigen Hornkohl, solicitó hoy a la comisaria europea del ramo,
Mariann Fischer Boel, que el acuerdo de asociación de la Unión
Europea (UE) y Chile se "fortalezca" para poder ampliar el acceso de
los productos chilenos a los mercados europeos.
Hornkohl manifestó, en una entrevista con Efe, que Chile
pretende "profundizar" y propiciar que evolucione el pacto que
mantiene con la UE desde 2003 porque considera que su país ha
incrementado su producción agroalimentaria, así como el "valor
añadido y la calidad de sus productos".
Tras una reunión con Fischer Boel, la titular explicó que por primera vez ha hecho llegar esta demanda
"formalmente" a la responsable agrícola europea, pues ya ha habido
contactos de su gobierno con Bruselas para solicitar dichos avances
dentro del acuerdo.
La secretaria de Estado apuntó la "posibilidad" de cambiar las
cuotas actuales que Chile tiene para el envío de carnes rojas,
blancas (aves) o de cerdo a la UE, así como la ampliación del
listado de productos que fueron negociados en el arreglo al que
ambas partes llegaron en 2003.
Otros productos que podrían entrar en esta discusión, añadió,
serían las frutas procesadas, las mermeladas o los lácteos, al igual
que aspectos relacionados con la tecnología y los intercambios.
Hasta ahora la "relación ha sido fructífera pero estamos mirando
en hacer un trabajo mancomunado que nos permita considerar todas las
variables en este mundo cambiante".
Chile exporta a la UE productos agroalimentarios por un valor de US$ 1.000 millones.
Denominaciones de origen
Asimismo, la secretaria de Estado se reirió al capítulo del acuerdo sobre la
protección de denominaciones de origen de vino y bebidas
espirituosas y en este sentido aludió a la aprobación reciente
de un proyecto de ley que adecúa la legislación de Chile al
compromiso con la UE.
Esta regulación, sustituye, por ejemplo, la expresión "champaña"
por "vino espumoso" y suprime de los productos chilenos menciones
como "cognac" y "grapa".
Respecto a la posición que la UE mantiene sobre la defensa de sus
denominaciones, la ministra señaló que "hay que poner
sobre la mesa los intereses de las distintas naciones y velar por el
interés común".
Hablar de las denominaciones como seña de identidad, agregó,
"es de todos los países y no sólo de un hemisferio; la perspectiva
es ver de qué manera se avanza frente a los nuevos desafíos".
La ministra ha admitido que las conversaciones sobre
denominaciones no son fáciles porque es difícil vincular "el aspecto
comercial y el respeto a la propiedad intelectual".
Hornkohl destacó la receptividad de la comisaria y dijo que en 2009 habrá "mucho trabajo por hacer". Aunque detalló fechas, espera que además de contactos
"virtuales" se convoquen reuniones con la presencia de
representantes europeos y del país latinoamericano para hablar sobre
la evolución del acuerdo.
Matizó que las discusiones deben incluir aspectos no
comerciales relacionados con el cambio climático o la innovación.