Vlado Mirosevic y agenda ante crisis por inseguridad: “Hago un llamado a nuestras dos coaliciones a no dejar solo al Presidente"
El presidente de la Cámara también fue categórico en que “gobernar consiste en abordar los conflictos que van surgiendo y esos conflictos no están dados necesariamente por tu propio ideario político ni por tu programa”.
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Tiene la convicción de que posiblemente le ha correspondido “el momento más difícil” para presidir la Cámara. Pero el optimismo que caracteriza al diputado Vlado Mirosevic (35), del Partido Liberal (PL), no se rinde a la realidad de una Corporación polarizada y desordenada como nunca, ya que comenta que en los próximos días se votarán en Sala unos cambios más estrictos al Reglamento, que incluyen por ejemplo descontar el 100% de la dieta cuando hay agresiones graves entre diputados en la Cámara. Está seguro de que las modificaciones se aprobarán, “porque hay una gran mayoría de diputadas y diputados que quiere hacer su trabajo con sobriedad republicana: esa es la gran mayoría de izquierda a derecha”.
Y en esta conversación con Diario Financiero, al final de una semana agitada y centrada en temas de seguridad, el presidente de la Cámara aborda también otros temas, como la necesidad de llegar a acuerdos en todos los ámbitos, critica a quienes en la oposición buscan sacar rédito político de los problemas de inseguridad y acusa a la derecha de “extremismo ideológico” al “creer en la capitalización individual a rajatabla y en que las pensiones no son un problema público, sino individual”.
“En la relación que he tenido con el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, no he visto ningún triunfalismo. Lo veo con los pies bien puestos en la tierra, con un entendimiento de que se requieren grandes acuerdos, como en el tema de seguridad”.
-Con el actual ambiente de desorden y polarización de la Cámara, ¿qué posibilidades reales hay de avanzar en los proyectos emblemáticos del Gobierno como la reforma de pensiones?
-Yo lo distinguiría, porque en las comisiones que son las que, al final, hacen la pega de verdad, la pega técnica, no existe el mismo clima de agresividad. Esto se produce más en la Sala. Yo creo que es perfectamente posible, pero va a requerir de un diálogo con la oposición.
-¿Qué espacio cree que exista para llegar a un acuerdo entre lo que proponen el Gobierno y la oposición?
-Esta reforma lleva 15 años esperando y, por tanto, este tiene que ser el último intento para tener un nuevo sistema de pensiones. Y, sobre todo, el foco de la fórmula a que se llegue tiene que garantizar que se paguen buenas pensiones y lo más rápido posible. Y eso es perfectamente posible. Entonces, al Gobierno le digo que hay que dialogar, pero a la oposición que hay que salirse de ciertos marcos ideológicos rígidos que no han permitido llegar a ciertos acuerdos.
-¿Cómo seguir planteando que el 6% debe ir a cotización individual?
-Me ha llamado mucho la atención, porque recuerdo que en el contexto del estallido, en la misma oposición se arrepentían de no haber apoyado la reforma de la presidenta Bachelet. Y antes del plebiscito decían sistema mixto; yo les decía que nos acercáramos al pacto social europeo y me decían que por supuesto. Parecían una derecha europea, pero después del plebiscito los escuché decir que nada a ahorro colectivo y, la verdad, es que el sistema actual es un sistema de capitalización individual con una especie de subsidio a la pobreza, pero no es un sistema mixto.
-Pero a ellos les acomoda sólo el aumento de la PGU a $ 250 mil con impuestos generales.
-Lo paradójico de eso es que al promover que la PGU se financie a través de impuestos generales no se entiende cómo rechazan la reforma tributaria. Creo que el 6% a cuentas individuales sólo se sostiene en alguien que tiene una cierta radicalidad ideológica. El Gobierno no está parado en un radicalismo ideológico y la oposición sí y eso no ayuda mucho al diálogo. Pero, bueno, confío harto en la habilidad de Marcel y Jara para llegar a un acuerdo. Y, claro, se discutirá el guarismo.
-Pero contiene la fórmula de las cuentas nocionales a las que también se opone la derecha, pero tampoco le gusta a la DC ni al PDG, ¿habría que renunciar a eso?
-Es temprano para decir eso todavía. El modelo sueco tiene estas cuentas nocionales y ha funcionado bien. Ahora, sí es muy importante el diálogo con la DC y el PDG y confío en que los ministros Marcel y Jara lo pueden llevar adelante. Además, confío hartó en la DC presidida por Alberto Undurraga, en su buena disposición.
-Para que la reforma vea la luz, ¿a qué estaría dispuesto a renunciar usted?
-Tiene que ser el Gobierno el primero en dar el paso y liderar las negociaciones. Probablemente, la fórmula respecto del guarismo se discutirá, pero tiene que garantizar que las pensiones aumenten de manera rápida.
-También está el debate de la separación de la industria, donde la derecha tampoco está de acuerdo con la propuesta del Gobierno.
-Aquí se separa quien recauda, quien paga, versus quien invierte. Porque sí hay libertad de elección. Ahora, no deja de ser interesante que ninguna fuerza política en el Congreso tiene la capacidad de imponer por sí misma una fórmula, porque nadie tiene la mayoría, entonces tiene que haber un acuerdo. Para que haya acuerdo hay que abandonar cierto extremismo ideológico, esto cabe para ambas partes, pero nadie podría decir que la del Gobierno es una fórmula extremista.
-La oposición dice que es una fórmula extremadamente ideologizada.
-Sí, pero basta con mirar las experiencias en el mundo… Me parece que el extremismo ideológico más bien está en lo contrario, en creer en la capitalización individual a rajatabla y en que las pensiones no son un problema público, sino individual…
“El triunfalismo no nunca es un buen consejero”
-A propósito del rechazo a la reforma tributaria, ¿cree que existe una posibilidad concreta de avanzar en otra? Se lo pregunto, porque la oposición cree que tiene la sartén por el mango y sin sus votos no puede avanzar nada que ellos no quieran.
-Hay una dificultad que se produce después del 4 de septiembre y esa sensación de la sartén por el mango no es una buena consejera. Porque puede caer en cometer el error inverso, al que se cometió en la Convención…
-¿Cómo es eso?
-Si la oposición siente que sólo ellos tienen la posibilidad de imponer su fórmula, probablemente no vamos a tener ninguna fórmula. Creo que hoy día el mejor estado anímico para llegar a un acuerdo es que ni el Gobierno ni la oposición tenga tal nivel de superioridad… Aquí se requiere de un acuerdo y si, en este caso, la derecha siente y cree que tiene a la mayoría del país de su lado, yo pido que no sobreinterpreten el resultado del 4 de septiembre… El triunfalismo no nunca es un buen consejero.
-¿Diría que la oposición se está equivocando en eso?
-Nosotros también nos equivocamos. Aprendamos que el malestar no es monopolio de un sector. El malestar es transversal, institucional, es una amenaza para el sistema político, para la democracia. Recomendaría que ninguna fuerza se sienta con la superioridad sobre la otra; para llegar a un acuerdo se requiere una cierta sabiduría. Veo esa mirada en alguna gente de la oposición también.
-¿Cómo en quién?
-Por ejemplo, en la relación que he tenido con el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, no he visto ningún triunfalismo, lo veo con los pies bien puestos en la tierra, con un entendimiento de que se requieren grandes acuerdos, como en el tema de seguridad. Hay otros que intentan abiertamente sacar rédito político de la situación compleja de inseguridad que hay en el país y eso no le hace bien a Chile.
“Ausencia de Estado”
-¿Siente que es injusto atribuirle al actual gobierno ese problema?
-Las estadísticas muestran que el quiebre de aumento delictual se produce con claridad el 2020. Este no es un fenómeno que viene de ahora, no es de este Gobierno. En ese sentido, es injusto. Sin embargo, no hay que quedarse en eso. Este Gobierno, por supuesto, también tiene que enfrentar con dureza la realidad, porque es una realidad nueva y la evidencia está ahí.
-¿Qué rol tiene su sector?
-Ahí hago un llamado a nuestra propia alianza de gobierno, con esta composición de dos coaliciones, a acompañar al Presidente en esto. Al Presidente no se le puede dejar solo en la Agenda de Seguridad, porque él ve la realidad, ve los números, ve la situación, viaja por el país, se da cuenta de lo que está pasando, tiene conexión con el mundo popular. Yo hago un llamado a nuestras dos coaliciones a no dejar solo al Presidente, hay que acompañarlo hasta el final en la Agenda de Seguridad y a la ministra Tohá también.
-¿Qué efectos puede tener en el oficialismo que el Socialismo Democrático sienta que está cargando con la responsabilidad de apoyar al Gobierno en temas que son debatibles? Se lo pregunto porque el senador Lagos Weber dijo que Apruebo Dignidad elije a la carta los temas.
-Hoy no es mi rol juzgar a las coaliciones, pero sí diría que cuando uno es gobierno no elige los temas, tiene que enfrentar la realidad. Y quiero desmitificar que la de seguridad se trate de una agenda de derecha, porque cuando yo estoy en Arica todo el electorado me reclama más seguridad, el de izquierda y el de derecha. Estamos hablando de ausencia de Estado y no veo por qué fortalecer la seguridad tenga que ser una agenda de derecha. Ahora, sería un error hacerle caso sólo a las barras bravas y no a la mayoría del país que está reclamando más seguridad y que nosotros legislemos sobre el tema.
“El sexto retiro es un engaño a la gente”
-¿Le preocupa el debate sobre el sexto retiro?
-Lo primero que me pasa es que el sexto retiro no va a ser ley. No lo fue el cuarto, ni el quinto, no lo va a ser el sexto y creo que aquí hay una ilusión que algunos están generando, desde el mundo político, con un interés súper electoral que es un engaño a la gente. No fue el ley el autopréstamo y por harto.
-¿Cree que se están tomando las medidas económicas correctas para bajar la inflación, aumentar la inversión, el empleo?
-Sí. Y aquí me gustaría hablarle al mundo empresarial. A ratos hay posiciones muy críticas contra el Gobierno, del mundo empresarial y de la oposición, pero hay una cosa que hay que recordar que está muy relacionada con los indicadores económicos y es que Chile volvió a ser el país más confiable para invertir en América Latina y eso fue bajo el Gobierno de Gabriel Boric. Habíamos bajado durante el gobierno de Sebastián Piñera. El factor decisivo, entonces, tiene que ver con la conflictividad social, porque este primer año de Gobierno al menos hemos tenido bastante paz social, no hemos tenido la conflictividad social a la que estábamos acostumbrados los últimos años. Eso hay que valorarlo y yo no he escuchado a la oposición ni al mundo empresarial hacer un reconocimiento de eso y creo que sería bueno que al menos lo observaran.
-¿Cree que eso ha influido en las cifras económicas?
-Eso está teniendo consecuencias en las cifras económicas de todas maneras. Y este indicador que lo publicó Bloomberg hace poco da cuenta de eso. Ha aumentado la inversión extrajera y yo confío en la conducción del ministro Marcel en esto, es un ministro serio, incluso el panorama económico tan sombrío que venía para 2023 resultó que no es tal y más bien han ido siendo más optimistas respecto del crecimiento. Y hago un llamado al mundo empresarial a tener una perspectiva más optimista del país, creo que tiene que ser una tarea nacional, porque además a nadie le conviene que este Gobierno fracase.
“Gobernar consiste en abordar los conflictos que van surgiendo”
-El mundo empresarial también hizo varios mea culpa a raíz del estallido social, ¿cree que lo han ido olvidando?
-Hace años que vengo diciendo, en mi generación política, que la soberbia no es buena consejera y creo que para el mundo empresarial aplica lo mismo. Creo que aquí el triunfalismo es un riesgo y yo como liberal de centroizquierda creo que hay que abrazar la duda y no estar tan amarrados ni enamorados de nuestras propias posiciones. A este Gobierno nadie lo puede acusar de estar abrazado y enamorado de sus propias ideas.
-Pero algunos lo acusan justamente de estar asumiendo banderas que no eran las suyas, ¿comparte eso?
-En eso consiste gobernar. Gobernar consiste en abordar los conflictos que van surgiendo y esos conflictos no están dados necesariamente por tu propio ideario político ni por tu programa, las prioridades las define el devenir, las mayorías sociales, no un conjunto de literatura. Se le critica al Gobierno el haber cambiado de posición respecto de Carabineros…
-Por ejemplo…
-Y, bueno, lo correcto qué sería, que el Gobierno se mantuviese en una situación distinta. No, pues, porque Carabineros es una institución que le pertenece a todos los chilenos no es de un sector político. Entonces, no me parece que sea un aporte a la democracia que haya un grupo que pretenda instrumentalizar Carabineros a su favor. Y me refiero a sectores de la oposición en particular.