Con mucho menor margen, el Congreso le da luz verde a un nuevo estado de excepción en la Macrozona Sur

Las prórrogas al estado de excepción en la Macrozona Sur se le están haciendo cada vez más cuesta arriba al Gobierno. En la medida que se siguen solicitando las extensiones de esta medida, en la Cámara de Diputados particularmente, el respaldo va disminuyendo y aumentando los rechazos y abstenciones, por diversos motivos. Esta situación le pone presión al Ejecutivo para que comience a concretar las medidas anunciadas con anterioridad, como algunas medidas legislativas que ingresarían al Congreso.

En ese sentido, en solicitudes anteriores la ministra del Interior Carolina Tohá había comprometido un proyecto de “variante” al actual modelo de estado de excepción constitucional, cuya principal finalidad es aumentar de 15 a 60 días el periodo de implementación de la medida, que no incluiría la reducción del derecho a reunión y fuera acompañado de informes escritos quincenales para que el Parlamento ejerza un control sobre lo que se está haciendo.

Más tarde, el 12 de diciembre, la misma ministra anunció una indicación al proyecto de infraestructura crítica para proteger las fronteras. Sin embargo, ni una ni la otra han ingresado a tramitación. Y esto se lo cobraron algunos diputados de oposición a Tohá, en el marco de la solicitud de este miércoles de una nueva prórroga al estado de excepción.

Pero adicionalmente existe una molestia bastante transversal ante la negativa del Gobierno de aplicar el estado de excepción en la zona norte del país.

No obstante ello, la Sala de la Cámara, aprobó una nueva prórroga por 77 votos a favor, 36 en contra y 25 abstenciones.

Situación en el Senado

En el Senado la situación no fue muy diferente. En esta instancia se reprodujeron las críticas al Gobierno por no avanzar en iniciativas que contribuyan a disminuir la violencia y la inseguridad sobre todo en la zona norte del país.

En este sentido, el senador Pedro Araya (indep.PPD) hizo hincapié en la situación de inseguridad que se vive en las zonas fronterizas del norte de Chile, lo que relacionó con el aumento de la inmigración ilegal.

Pese a todo y del mismo modo que en la Cámara la mayoría de los senadores aprobó por 35 votos a favor, ocho en contra y tres abstenciones.